Los Amigos Invisibles se aventuran a probar nuevas aguas con el lanzamiento de «Repeat After Me», su octavo álbum de estudio y el primero con cuatro canciones en inglés.
«Es la primera aproximación que hacemos al inglés como lengua oficial de un disco», dijo en una entrevista telefónica reciente José Luis «Cheo» Pardo, guitarrista de la popular banda funk venezolana radicada en Nueva York, que ya había grabado temas en la lengua de Shakespeare pero no había incluido tantas en un mismo disco.
«Llevamos más de diez años en Estados Unidos y nos daba mucha risa el hecho que cuando uno empieza a estudiar inglés, una de las frases que más escucha de los profesores es `Repeat After Me»’, añadió en referencia al título de la producción, con la que esperan conquistar nuevos mercados.
Para el laureado sexteto, componer en inglés «fue todo un ejercicio».
«A mí me costó un poco más que a otros miembros de la banda», reconoció el guitarrista, a la vez que comentó que la experiencia fue «graciosa al tratar de llevar los elementos pícaros de nuestras canciones al inglés».
Los Amigos Invisibles lanzan el nuevo álbum en coincidencia con una gira musical por Estados Unidos y Canadá que arranca el martes en Atlanta, y que incluye paradas en Filadelfia, Boston y Nueva York, entre otras ciudades.
«Repeat After Me» cuenta con un total de 12 canciones _ cuatro de ellas en inglés _, que entremezclan diferentes estilos musicales.
«Creo que la constante es que nuestra música sea un género bailable, de tocar mucho en discotecas y clubs por lo que siempre la hacemos teniendo eso en mente, que la gente baile y haga fiesta», dijo Pardo.
«Tenemos el extremo del pop como la canción `La Que Me Gusta’ a una más indie como `Voltaren’s Dream»’, agregó. «Digamos que es un balance porque en la banda tenemos toda esta gama, desde a los que les gusta bien pop o les gusta la música más indie. Creo que es lo que hace que la banda sea un poco distinta a las demás».
Integrada además por Julio Briceño, Juan Manuel Roura, José Rafael Torres, Mauricio Arcas y Armando Figueredo, Los Amigos Invisibles empezaron tocando en clubes de Caracas, donde grabaron su primer disco. En 1996 los descubrió el ex Talking Head David Byrne cuando, por casualidad, compró uno de varios CDs que habían puesto en una discotienda de Manhattan, le gustó y llamó al número que aparecía en contraportada.
A partir de ahí, firmaron con el sello de Byrne, Luaka Bop, dando inicio a una carrera internacional que les ha merecido el Latin Grammy al mejor álbum de música alternativa, por «Comercial» en el 2009, entre otros reconocimientos.
«Pasamos de tocar en cabarets y clubs pequeños a estar rodando en todo Estados Unidos. Y desde entonces ya hace 20 años con la guitarra en el hombro», dijo Pardo.