Cientos de cristianos acudieron a Jerusalén para el Domingo de Ramos, al inicio de las festividades que concluirán con la Pascua.
Los fieles se congregaron en la Iglesia del Santo Sepulcro, erigida sobre el lugar que se considera tradicionalmente el de la resurrección de Jesús. Muchos agitaban palmas en recuerdo del recibimiento que le dieron a Jesús en su retorno triunfal a Jerusalén hace 2.000 años.
Cristianos palestinos acudieron a la Iglesia de la Natividad en Belén, sitio donde se cree nació Jesús, aferrando ramos de olivo y flores mientras entonaban cánticos de alabanza. La ciudad bíblica de Belén se encuentra en Cisjordania, un territorio al este de Israel que los palestinos reclaman para su futuro estado. Israel conserva el control militar, pero los palestinos gozan de cierta autonomía en sus comunidades.
Hay unos 50.000 cristianos palestinos, una pequeña minoría en una sociedad musulmana. Deben obtener permiso del ejército israelí para asistir a los oficios en Jerusalén.
El funcionario palestino Hanan Ashrawi dijo en un comunicado que se rechazó el 60% de las solicitudes cristianas. Pero el vocero militar Guy Inbar dijo que habían emitido 20.000 permisos hasta el momento y rechazado apenas 190.