Las acusaciones cada vez más «extrañas» del presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro, han creado dudas sobre si Washington podrá mejorar sus relaciones con Caracas si el heredero político de Hugo Chávez gana la elección presidencial el próximo mes, dijo el jueves un funcionario de Estados Unidos.
Maduro ha criticado reiteradamente a Washington desde que el ex presidente Hugo Chávez falleció el 5 de marzo, acusando a Estados Unidos de provocar secretamente el cáncer que costó la vida al líder socialista y de conspirar para matar a su rival en la elección presidencial del 14 de abril.
La retórica antiestadounidense fue utilizada con frecuencia, y muchas veces de manera exitosa, por Chávez para reunir apoyo en su país durante sus 14 años de gobierno.
Así que algunos observadores han considerado las acusaciones de Maduro como una táctica relativamente inofensiva mientras intenta demostrar que él es el heredero natural de Chávez antes de la elección.
Pero la gravedad de las acusaciones, además de las declaraciones del canciller Elías Jaua el miércoles sobre que Venezuela suspendía las negociaciones informales con Washington, han hecho que el Gobierno del presidente Barack Obama se pregunte si sus esperanzas de una relativa mejoría de las relaciones son injustificadas, dijo el funcionario.
«Algunas de las recientes falsas acusaciones son extrañas e inútiles, similares a los esfuerzos en el pasado por llevarnos a un debate innecesario», dijo el funcionario, quien habló bajo condición de anonimato. «No estamos interesados en involucrarnos», agregó.
«Estamos al tanto del ambiente electoral, pero esto supera la norma», dijo el funcionario. «Pone en duda el que estemos tratando con actores racionales», agregó.
Algunos en el Gobierno de Estados Unidos han esperado por una distensión que pueda permitir una mayor cooperación con Venezuela en temas como narcotráfico, terrorismo, comercio y otros. Compañías estadounidenses que hacen negocios en Venezuela, como Chevron Corp., podrían beneficiarse de una mejor relación.
«Tenemos un genuino deseo de tener una relación funcional con las autoridades venezolana», dijo el funcionario.
El más reciente deterioro en las relaciones ocurrió después de que Roberta Jacobson, la principal funcionaria del Departamento de Estado de Estados Unidos para América Latina, dijo en una entrevista en un periódico que «los venezolanos merecen elecciones abiertas, justas y transparentes».
«Con esa última declaración de Jacobson entendemos que no tiene sentido seguir perdiendo el tiempo», dijo Jaua durante una ceremonia esta semana.
El funcionario estadounidense dijo que el Gobierno de Obama «continuará promoviendo los derechos humanos y la democracia» en Venezuela, en línea con acuerdos diplomáticos regionales.