El papa Francisco sorprendió a un grupo de compatriotas argentinos al invitarlos a un almuerzo informal y familiar en el Vaticano, informó este jueves el servicio de información en español del Vaticano (VIS).
«Sonó el móvil y lo último que podía imaginar Pablo Ordoñe, un fraile argentino de la Orden de Nuestra Señora de la Merced, era que lo llamaban de parte del Papa para ‘comer algo’ todos juntos», cuenta en una nota VIS.
No se trataba de una ceremonia litúrgica ni de un encuentro de trabajo, sino de una invitación a un grupo de unos cincuenta argentinos para ir a «comer algo» a la hora del almuerzo del miércoles con el nuevo jefe de la Iglesia católica, quien la víspera había inaugurado el pontificado con una misa solemne en la plaza de San Pedro ante delegaciones y jefes de gobierno y de Estado de unos 130 países.
Entre los invitados figuraban miembros de la conferencia episcopal argentina, sacerdotes, religiosas, parejas de amigos con hijos, periodistas, cardenales y el embajador de Argentina ante la Santa Sede, Pablo Cafiero, junto con los empleados y funcionarios de la representación diplomática.
«¡Fue muy fuerte! Era demasiado. Me parecía imposible!», comentó Ordoñe en la Radio Vaticana.
El almuerzo, durante el cual el Papa conversó afablemente con sus invitados, fue realizado en uno de los salones adyacentes a la sala Pablo VI del Vaticano.
«Un gesto muy paisano, muy de América Latina» aseguró el religioso, seducido por el estilo «sencillo» del nuevo Papa desde que se asomó al balcón de la basílica de San Pedro tras ser elegido pontífice y rechazar la cruz de oro y la capa roja con hilos dorados y borde de piel de armiño.
Desde que fue elegido, Francisco duerme en su habitación del hotel del Vaticano y no ha querido trasladarse a la suite especialmente dispuesta para el nuevo Papa, contó el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi.
Al día siguiente de su elección, rechazó la limusina papal para ir a rezar a la basílica de Santa María la Mayor, pasó por su hotel donde residía antes de ser elegido para pagar la cuenta y sigue usando sus zapatos negros en vez del tradicional mocasín rojo papal.
Foto: AP