David Beckham llegó el martes a China para ayudar a desarrollar futbolistas y afirmó que no le preocupan los escándalos de arreglo de partidos que han aquejado al país.
«No vine a limpiar nada. Vine a educar a los niños y darles una oportunidad para convertirse en futbolistas profesionales», dijo Beckham durante una presentación como embajador deportivo en una escuela primaria en Beijing.
El mediocampista inglés, quien se fue del Galaxy de los Angeles en diciembre y fichó hasta el final de la temporada europea con el Paris Saint-Germain, no descartó jugar en China algún día.
«¿Quién sabe? La gente sigue diciendo que será mi último club, mi última temporada», indicó el volante de 37 años. «Seguiré jugando y me encanta jugar, así que ya veremos».
Beckham tiene previsto jugar una exhibición en China en noviembre, cinco meses después que expire su contrato con PSG.
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