#Opinión: Reflexión La muerte del presidente (II) Autor: William Amaro Gutiérrez

La muerte del presidente deja mucha tela que cortar. Pero ojo, nosotros no la vamos a enmarcar en el odioso marco de la fetidez política. Eso no nos interesa. Por cuanto estamos convencidos que Dios está al control de todo. Y nada de lo que suceda va a trastocar el plan de su Segunda Venida en gloria a esta tierra. De eso, no tenemos la menor duda. De eso, nos gusta hablar. De la verdad de la muerte, el alma, el cielo, el infierno y el sepulcro. Para aprender de Dios lo que ciertamente es verdadero y no fluctuar en especulaciones sin sustento bíblico.
Por ello, pedimos a Dios, que nuestras humildes reflexiones nos lleven a la cumbre que edifica, con planteamientos veraces, bíblicos y así bajar las tensiones espirituales de millones de venezolanos de una u otra tendencia.
Lejos está nuestro corazón de azotar al creyente con la Palabra.Si así lo sienten, pedimos disculpas. Todo lo contario. Nos proponemos ilustrar los hechos y acontecimientos anteponiendo la Palabra Sagrada. Presentar la verdad del Evangelio y señalar los errores y tergiversaciones que hacen de ella. Por cuanto el sostén de una vida espiritual sana, la consecución de la paz en medio de la tormenta del sufrimiento, la tranquilidad en el dolor por la pérdida sufrida, no lo va a dar la suposición. Tampoco lo dará la burla que se haga por el dolor ajeno. Lo dará el conocimiento básico que emana de Las Sagradas Escrituras. Del corazón de nuestro Señor Jesucristo. ¡Nunca habrá fortaleza espiritual firme en planteamientos de hombres que no se sostengan en lo que Dios dice! Y eso solo se encuentra en La Biblia. Por lo cual, el creyente debe exigir a sus líderes espirituales que le enseñen, pero con el Manual de Dios abierto. Es decir, textos con su debido contexto.
Con el respeto que se merecen millones de venezolanos, es menester decir, que las tradiciones cultivadas en el ámbito espiritual nos han sumergido en un océano de espiritismo e ignorancia. Y esto sucede, por cuanto no se profundiza en el estudio de la Palabra. Digan lo que digan acerca de los que mueren. Que salen, hablan y se comunican después de muertos. Vean lo que vean, sienten u oigan lo que sea. Aún cuando afirmen que el muerto está cerca de Dios intercediendo por algún ser querido, la Palabra es clara. “Los vivos saben que han de morir, pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; hasta su memoria queda en el olvido. También su amor, su odio y su envidia perecieron ya, y nunca más participan en nada de lo que se hace bajo el sol.”Ecl.9:5. Sigue diciendo Dios a través del salmista. “Sale su aliento, vuelven a la tierra. En ese mismo día perecen sus pensamientos.”Sal.107:4. Si como cristianos reconocemos que todos somos pecadores. Tenemos que reconocer entonces el texto que confirma la muerte. “El alma que pecare, esa morirá» (Eze. 18: 20). Es decir, nada ni nadie, hoy día es inmortal. Solo Dios.
Es de suponer, que todo cristiano rige su vida espiritual por la Santa Biblia. Si no es así, entonces no podrá llamarse cristiano. Por lo tanto, no puede creer, de acuerdo a lo que dice Dios, que la persona después de muerta le va a hablar o le va a comunicar con Dios. Eso no es bíblico. Lo que sí es bíblico, es la prohibición que hace Dios a aquellos que considera su pueblo. “Cuando os digan que consultéis a los médium y espiritistas, que susurran y cuchichean, responded: «¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Por qué consultar a los muertos por los vivos?»!A la Ley y al Testimonio! Si no hablan conforme a esto, es porque no les ha amanecido” Isa.8:19,20. La pregunta. ¿Cuando el muerto aparece, aún cuando sea un santo y le habla a alguien, quién es el que habla?. La respuesta. El mismo que le habló a Eva en el Edén con forma de serpiente. “La serpiente, el más astuto de todos los animales del campo que Dios el Eterno había hecho, dijo a la mujer: «¿Así que Dios os dijo que no comáis de ningún árbol del huerto?» Gen.3:1.
Aquí podemos evidenciar, que el primer médium que utilizó el diablo para comunicarse con los humanos, fue la serpiente. De allí hasta hoy, Satanás toma la forma y la voz de seres queridos, de “intercesores” humanos, muertos o vivos y sigue engañando a la humanidad. Es por ello que debemos tener mucho cuidado. Por cuanto si Ud. lo llama, el engañador aparecerá. ¡Hasta el martes, Dios mediante! «”Biblia, libro mío,… tu desnudez asusta a los hipócritas y tu pureza es odiosa a los libertinos.» Gabriela Mistral.