A punto de lograr con el gobierno un acuerdo sobre el primer punto en discusión de una agenda de seis, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia insistieron el martes en la necesidad de un cese al fuego bilateral que distienda el conflicto.
“Realmente hay una confrontación muy fuerte en Colombia y esto lo reitero es muy lamentable”, dijo a periodistas el comandante rebelde Iván Márquez, cuyo nombre legal es Luciano Marín Arango.
Márquez realizó sus comentarios unos minutos antes de iniciar la ronda de conversaciones diarias que lleva adelante en Cuba con los representantes del gobierno del presidente Juan Manuel Santos.
“Nosotros de corazón preferiríamos que estos diálogos de paz para Colombia se realizaran en el escenario tranquilo y sosegado de una tregua bilateral de fuego y hostilidades”, agregó Márquez, para quien incluso estaría bien firmar un pacto de regularización de la guerra de camino a la cese total.
Las conversaciones entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) comenzaron a fines de 2012 y durante dos meses los rebeldes decretaron un alto del fuego unilateral como gesto de buena voluntad y con la esperanza de que el gobierno hiciera lo propio, pero esto no resultó.
En enero se reanudaron las hostilidades produciéndose enfrentamientos, bajas guerrilleras y sabotajes por la parte rebelde. “Podríamos ahorrarnos más derramamiento de sangre si abrimos las puertas a un entendimiento en este aspecto”, expresó Márquez.
Los rebeldes también pidieron infructuosamente hasta ahora que el gobierno gestione la presencia del comandante preso en Estados Unidos, Simón Trinidad -alias de Ricardo Palmera- como parte de la delegación negociadora.
Además solicitaron que las autoridades entreguen el cuerpo del comandante Raúl Reyes -alias de Luis Edgar Devia-, quien falleció en un bombardeo de militares colombianos en 2008.
Las conversaciones entre las partes auspiciadas por Cuba, Noruega, Venezuela y Chile tienen como guía una agenda de seis puntos, el primero de los cuales es la tierra y los problemas del agro, que está en la base del conflicto armado de cinco décadas.
Entre los otros temas está la inserción de los rebeldes a la vida civil, el combate a las drogas y el resarcimiento a las víctimas de la confrontación, entre otros.
Se espera que las partes alcancen un acuerdo sobre el primer punto en los próximos días, dijo Márquez. “Hemos construido acuerdo de una manera sostenida”, manifestó.
Las FARC tienen unos 9.000 miembros en armas y aunque las autoridades intensificaron la guerra bajo la presidencia de mandatario Álvaro Uribe (2002-2010) no pudieron ser derrotadas.
Otros acercamientos para un acuerdo de paz en la década de los 90 resultaron infructuosos