Aunque las condiciones sean las mismas, nunca una elección es igual a otra, expresa el politólogo y profesor universitario Fabián Fawcett.
En el caso del próximo torneo electoral entre el actual Presidente encargado de la República, Nicolás Maduro, y el gobernador de Miranda que representará a la Unidad Democrática, Henrique Capriles Radonski, lo único que se repite es que el candidato de la oposición es el mismo.
El abanderado del oficialismo no es el que se ha ganado el lidereazgo, sino que tal vez lo ha heredado por las circunstancias sobrevenidas de la muerte del Presidente Hugo Chávez.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) ha puesto unas condiciones muy parecidas a las que habían para el 7 de octubre y en esas circunstancias, la oposición se encuentra, podríamos decirlo, en desventaja por algunas situaciones que han ocurrido, entre las cuales se encuentran las migraciones del 16 de diciembre. Ahora han migrado al candidato presidencial Nicolás Maduro, autorizada por el CNE, pero no legal, aduciendo razones de seguridad del Estado.
Pero, las condiciones que realmente van contra la oposición en esta oportunidad van a ser muy parecidas a las 7 de octubre, todas las cuales fueron en desventaja.
Las circunstancias en las cuales se va a presentar la elección, sobre todo desde el punto de vista temático, es que se basarán muy poco en propuestas por la inmediatez de los comicios.
La candidatura de Maduro se sustentará en el acercamiento que él puede hacer con Chávez y tratar de convencer al electorado que él va a continuar el pensamiento político y la gestión del Presidente fallecido, quien el 8 de diciembre del año pasado pidió a sus seguidores que en caso de que lo peor le pasara, votaran por el entonces vicepresidente ejecutivo de la República por ser éste su candidato.
Capriles va a tratar de convencer al sector de electores volátiles, conocidos popularmente como los “ni-ni” que tal vez no vayan a votar por Maduro porque normalmente no lo han hecho en anteriores elecciones.
Maduro va a tratar de mantener los 8 millones de votos que obtuvo Chávez para poder estar equiparado; pero, a Capriles le va a costar un poco más porque va a partir de cero.
Ya no hay portavión
En estas elecciones es de resaltar que ya no hay un portavión como en los comicios anteriores cuando Hugo Chávez por su sola presencia despertaba emociones entre la mayoría del electorado, dice Fabián Fawcett.
No creo que matemáticamente ni Maduro ni ningún dirigente del socialismo pueda conseguir más votos que el Presidente Hugo Chávez.
Éste siempre apuntó a los diez millones de votos, pero lo máximo que obtuvo fueron 8 millones. En esta oportunidad, no creo que esa meta que tenía Chávez y ha trazado el oficialismo pueda alcanzarla.
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