“Los delincuentes esperan que nos montemos en las unidades de transporte público para después robarnos, dentro de las unidades.
Eso es en el día, porque en la noche esta zona es roja. Quien esté en la parada corre el peligro de ser víctima de la violencia”.
Así inició sus declaraciones Mirta Colmenárez, quien vende dulces y golosinas en la zona.
En detalle, la estación de transporte ubicada en las inmediaciones del Cementerio Nuevo, es punto frecuente de antisociales en menoscabo de cientos de usuarios quienes esperan líneas de rutas con destino a Sanare, Quíbor, Tintorero, Villa Crepuscular y unos nueve sectores populares que colindan con el camposanto.
Elementos que intervienen
“Para empezar, tenemos al barrio San Francisco cerca, la mayoría de los delincuentes salen de esa zona, y lo sé porque cada vez que roban a alguien se meten para allá.
Si las autoridades saben que hay varios barrios que rodean la parada, lo más lógico es que pongan un puntos de control, pero pareciera que es mucho pedir”, declaró Colmenárez.
Explicó que por semana han llegado a robar hasta 15 personas durante la tarde-noche, mientras que en las mañanas, antes de las siete de la mañana, a diario residentes del municipio Jiménez, quienes llevan mercancía como chucherías y panes frescos, son acorralados.
Dueños de comercios afectados
Los comerciantes que ofertan repuestos aseguraron verse afcetados con la situación.
“Tenemos el Core 4 cerca pero la Guardia Nacional nunca se acerca por aquí.
Hace dos años recogimos firmas y la entregamos a una de las autoridades de ese comando regional, pero no tomaron en cuenta la petición.
Una vez más hacemos un llamado a los cuerpos de seguridad para que brinde apoyo a todas las personas que hacemos vida en este sector”, declaró Franco Torres.
Finalmente, es importante mencionar que durante enero y febrero el concejo comunal del lugar, registró 23 vecinos víctimas de la delincuencia organizada justo en la parada referida.
