Según el economista Pedro Reyes, los pocos días que el gobierno nacional ha decretado no laborables, en el marco de las exequias al difunto Presidente de la República Hugo Chávez, no deberían ser más preocupantes para el sector comercial del país, que la paralización económica a la que se enfrenta la nación por la incertidumbre que generan las decisiones que tomaría un posible gobierno chavista después de las próximas elecciones del 14 de abril, como una continuación de la política devaluativa.
«Las medidas económicas no han sido introducidas todas de una vez por fines electorales. Por esta razón, la población está en una expectativa, a la cual se suma la eliminación del Sitme, de cuya utilidad el propio ministro de Finanzas, Jorge Giordani, se ha dado percatado, por lo que ahora se evalúa la creación de un nuevo mecanismo. Desafortunadamente, aún desconocemos cómo va a funcionar, pero su implementación es apremiante, pues el problema del desabastecimiento está ligado a la dificultad de los importadores para obtener divisas», destacó.
Reyes advirtió que, de quedar electo Nicolás Maduro tras la elecciones presidenciales, se podría acentuar la recaudación fiscal, como parte de las políticas del gobierno para saldar las deudas con acreedores foráneos y combatir el déficit fiscal, especialmente entre los meses de junio y octubre. Asimismo, si se continúa con la estrategia de devaluación, podría decretarse otro ajuste del valor oficial de la divisa extranjera este mismo año.
«La devaluación y la inflación tienen su raíz en la falta de producción nacional. Por ende, es necesario que el Estado venezolano implemente una política económica diametralmente opuesta a la actual, enfocada en la promoción y protección de la producción nacional, para fortalecer otros sectores económicos y romper nuestra dependencia del petróleo», señaló.
El economista insistió que para lograr esto, simplemente se deben aplicar principios fundamentales de seguridad jurídica para inversionistas nacionales e internacionales, así como incentivos tributarios, y alcanzar también una considerable reducción del índice de delincuencia. Al mismo tiempo, indicó que el gobierno debería cesar las dádivas a otros países, la compra de armas, y el gran número de programas ineficientes, aclarando que debe continuar el gasto social para que la población aproveche oportunidades de empleo en una economía más diversificada, para lo cual se requieren más inversiones en educación y salud.
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