Planteamientos
Como suele ocurrir con algunos términos que pasan del lenguaje popular a ser referentes teóricos, categorías de análisis o campos especializados de disciplinas científicas, emprendimiento y empoderamiento actualmente comienzan a ganarse sus propios espacios en el ámbito de la gerencia, provenientes uno de la economía y de la política el otro. Dicho sea de paso, si desde hace tiempo se habló con propiedad de la Economía Política, hoy, cuando asistimos a la difuminación de las fronteras entre las ciencias, le Gerencia Política muestra indicios de incorporación a ese proceso de hibridización, reafirmándose como rasgo constitutivo de la nueva episteme, el principio de la complementariedad.
Como es lógico suponer, en una época posmoderna, de modernidad tardía o de segunda modernidad del capitalismo, ya cumplido el primer decenio del siglo XXI, los requerimientos de innovación y las condiciones de riesgo, en medio de la incertidumbre y la ausencia de certezas; por un lado; y, por el otro, el agotamiento de la estructura jerarquizada, autoritaria, verticalizada y centralizada que sirvió de soporte para el desarrollo de la sociedad burocrática, el Estado y la democracia moderna, frente una sociedad red que emerge propugnando una morfología distinta, incluyendo nuevas relaciones de poder, se entiende entonces que tanto el emprendimiento como el empoderamiento, irrumpan con vigor inusitado en los círculos académicos, empresariales y otros espacios, largamente ignorados por ambos: la comunidad.
Pareciese que fomentar el emprendimiento (emprendurismo y emprendedurismo significarían una mala traducción del vocablo inglés entrepeneurship), de carácter individual sobre la base de la búsqueda de oportunidades para dar cuerpo a una idea, con la seguridad y la confianza suficiente, de tal manera que pueda plasmarse en un plan de negocios, es válido y enteramente viable, a partir de la comprobación de éste requisito; como también cobra sentido, alrededor de este planteamiento, que el desiderátum del espíritu mercantilista basado únicamente en el interés individual con una empresa generando utilidades para los dueños y sin ninguna responsabilidad social que no fuese filantrópica, no es precisamente el que pudiera corresponderse al modelo actual de empresa, propugnadora de una filosofía de gestión mas emparentada con el emprendimiento social.
La estrategia de “ganar – ganar” deja atrás a la opción “suma – cero”, que sirvió de premisa para justificar un darwinismo empresarial con unas tesis desvirtuadas acerca de la supervivencia de los negocios y promovió, así, el “capitalismo salvaje”, sin reparar en los daños al planeta. Reivindicado el pensamiento original del filósofo inglés, se reconoce que sobreviven, al igual que las especies, las empresas que se adaptan a los cambios y exigencias del medio ambiente, las denominadas “organizaciones inteligentes”, y en ese contexto, las demandas del entorno social, pasan a un primer plano. Estamos hablando de un nuevo enfoque del desarrollo: el Desarrollo Humano.
El empoderamiento en la empresa es visto solo como una técnica gerencial para la delegación de autoridad a los empleados, obviamente con una toma de decisiones circunscrita a los límites preestablecidos por los dueños y directivos. Se ignorando que la empresa posee también una dimensión política donde entran en juego conflictos de poder e interese de grupos, tanto a lo interno como a lo externo. Las referencias a un liderazgo democrático, a una gerencia participativa no son casuales.
El empoderamiento está asociado al fomento de medios u opciones para garantizar los derechos humanos y la justicia social a los sectores más vulnerables de cualquier país. Por lo tanto, es parte clave del DH. Como lo señala la Red Latinoamericana de Universidades por el Emprendedurismo (Red.UNES), “tanto el Estado como el Mercado requieren del empuje y la visión de los emprendedores sociales para capitalizar la demanda de más y mejor democracia real hasta el clamor por el cuidado del planeta y el acceso a condiciones de vida digna para millones de personas que padecen hambre, miseria y exclusión”.
La escasez de investigaciones y el limitado trabajo empírico alrededor del Desarrollo Humano y Sustentable en las universidades, conspira contra su comprensión, independientemente de su validez como paradigma. Entre el emprendimiento y el empoderamiento y sus dimensiones: individual, colectiva, social, gerencial, económica, política, cultura, hay más convergencias que divergencias, en torno al futuro de las empresas y de la sociedad.