En Terrazas de Tarabana y San Valentín Plaza, dos invasiones situadas entre Urbanización Tarabana II y Nuevo Amanecer, en la parroquia Cabudare, abrigan la esperanza que la Gran Misión Vivienda Venezuela inicie la construcción del complejo residencial prometido para las más de 40 familias ocupantes.
Cindy Álvarez y Andrés Gutiérrez, decidieron tomar el predio, junto a 14 familias más, debido a la necesidad de vivienda.
Explicaron que el terreno ocioso administrado por el INTI, se prestaba para actos delictivos, aparte de botadero de desperdicios.
El mismo estaba custodiado durante años por una dama que alegaba poseer la cadena titulativa del solar, lo cual no fue obstáculo para que a mediados del año 2012, “cansados de esperar las casas del Gobierno y en situación de pobreza, ocupáramos el sitio”.
No hay ningún servicio
Explicaron que a pesar de tener casi un año en el terreno, con ranchos de lata y tablas de madera, no poseen ningún servicio.
Las necesidades fisiológicas las realizan en pozos sépticos, aquellas familias con más posibilidades, “porque su sola construcción cuesta actualmente seis mil bolívares”, expresó Carlos Rodríguez.
Un tanque cuesta 400
Gutiérrez arguyó que uno de los padecimientos más marcados en la zona es la carencia de agua potable, “porque ni la misma urbanización cuenta con el servicio”.
Un camión cisterna privado, expuso, no acude al llamado para llenar solamente una o dos pipas, y si lo hace te cobra 400 bolívares que es el valor total del tanque.
Una comisión de vecinos hizo diligencias en el Instituto de Servicios Públicos, en solicitud del servicio de agua potable por medio de un cisterna y la respuesta fue determinante: deben superar las 60 familias.
“Nadie nos quiere”
María Colmenárez, ocupante de otro extremo del predio de Tarabana, subrayó que a menos de un mes de ocupar esa parte del terreno, han intentado efectuar las gestiones ante la oficina del INTI y la Alcaldía, “pero nos colocan como requisito la conformación de un consejo comunal o que alguna organización existente nos absorba, pero nadie nos quiere y somos venezolanos también”.