Las fuerzas de seguridad desactivaron en la capital afgana un camión bomba cargado con casi ocho toneladas de explosivos, el mayor de su tipo descubierto en el país, dijo la agencia de espionaje el viernes.
Las fuerzas de inteligencia afganas descubrieron los explosivos en el este de Kabul, conectados y listos para ser detonados, dijeron funcionarios de seguridad. Cinco insurgentes de la red Haqqani, vinculada con al Qaeda, murieron en el enfrentamiento que se produjo tras detectar el camión bomba.
“Este camión bomba podría haber destruido un área de alrededor de 1,5 kilómetros (de radio). ¿Se pueden imaginar qué tipo de catástrofe hubiera sido?”, dijo Shafiqullah Tahiri, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad, en una conferencia de prensa.
Contenía cloruro de sodio, nitrato de amonio, otros químicos y algo de diésel.
Después de más de 11 años de guerra, los insurgentes aún son capaces de atacar objetivos militares estratégicos y lanzar ataques de alto perfil en Kabul y otras partes del país.
El camión bomba fue descubierto el miércoles, dos días después de que el secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, dejara la capital. El primer día de visita del funcionario, un suicida se inmoló en una instalación de la OTAN ubicada a un kilómetro de donde él estaba.
Dos insurgentes de la red Haqqani fueron arrestados durante el operativo nocturno y Tahiri dijo que los militantes planeaban atacar una dependencia del Ejército en la capital. Hay muchas bases militares afganas y extranjeras en Kabul, que albergan a miles de soldados.
La red Haqqani es vista como el enemigo más peligroso de Estados Unidos en Afganistán.
Afganistán se está preparando para el inicio de la temporada de combates de primavera y funcionarios temen que los militantes se infiltren en la capital a medida que la nieve se derrite en las montañas del este del país donde se esconden.