Los vecinos de Andrés Eloy Blanco, en el oeste de Barquisimeto, tienen varias semanas esperando por la recolección de basura.
Al parecer, el servicio es irregular desde hace un año aproximadamente y aunque ya fue notificado al Instituto del Aseo Urbano no hay mejoras.
La vecina Felicia de Hernández, lamentó que los niños soporten la fetidez de las bolsas de desperdicios acumuladas frente a las viviendas. Tampoco es bueno para la salud la proliferación de gusanos, moscas y roedores.
“Varias veces hemos llamado a Imaubar”, explicó.
Frente al popular sector está el Hospital Dr. Pastor Oropeza del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) pero no es razón suficiente para recoger los desperdicios que aquejan a los residentes cansados de soportar olores desagradables.
El presupuesto del parque
Mientras tanto en la urbanización Luis Hurtado Higuera el parque infantil está deteriorado desde hace algún tiempo. En días recientes fue quitada la cerca perimetral del sitio recreacional de la comunidad y no continuaron con los trabajos.
Cuentan los vecinos que un presupuesto de 100 mil bolívares habría sido aprobado por el Instituto Municipal de la Vivienda (Imvi). Existe preocupación entre los residentes porque no hay adelantos en las instalaciones que eran utilizadas en el pasado para la distracción de los pequeños de la casa.
Además de la cerca perimetral, es necesario arreglar las caminerías y también sustituir los columpios que se observan oxidados y rotos en algunas partes. Por lo pronto, piden al gobierno municipal la pronta atención y ejecución de la obra antes de la celebración del Día del Niño (a mediados de año).
El Sisal sin iluminación
Asimismo, las familias de El Sisal, colindante con el barrio Andrés Eloy Blanco y la avenida Florencio Jiménez, solicitan a la oficina regional de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) la reparación del alumbrado público.
Las luminarias de las calles principales no sirven y, en este sentido, peligran cuando salen en las noches por motivos de trabajo, emergencia médicas o simplemente en un intento por distraerse un poco.
Quedan en tinieblas después de las 7.00 de la noche y, a duras penas, logran iluminarse un poco con las lámparas de la avenida, sien embargo, el resto de familias que se encuentran retiradas de la vía no saben de qué forma conseguir la atención del antiguo Enelbar.
Por último, solicitan la dotación de bombillos ahorradores de energía para, de esa forma, contribuir con el ambiente.
Foto: Daniel Arrieta