REFLEXION
Al sentarme a escribir este artículo, me he volcado en oración previa, pidiendo al TODOPODEROSO dirija la reflexión que he de hacer. Que sea él quien guíe mis palabras para que no afecten los sentimientos de nadie, sino mas bien, sean de orientación y fortaleza espiritual para todos. Que esta meditación escrita, pueda servirle a alguien en su vida. No solamente para quienes están sufriendo profundamente la penosa muerte del presidente. Para los que sienten, que Dios los chasqueó al dejar que muriera su ser amado. A los que piensan que fueron abandonados por Dios por permitir la tragedia que están viviendo. Sino también, para aquellos, que expresan satisfacción por el hecho. Que se ríen, se burlan y temerariamente concluyen, que Dios hizo justicia con ellos, al morir el mandatario. Lo cual incluye a preclaros cristianos, que manejan la Santa Biblia con pericia y se dejan llevar por la pasión, brotando en ellos el hombre carnal, para poner al servicio del error la Palabra Sagrada que se ufana en conocer. Olvidan, que no pueden predecir a Dios. Por cuanto Dios es Dios.
Estoy absolutamente convencido, que en este trance que vive el país, la figura de Dios será vilipendiada y tergiversada más que nunca. Cuestionada y manoseada inmisericordemente. Tanto por creyentes cargados de dolor, como por aquellos, quienes tristemente anhelaban venganza. Y eso preocupa. Por cuanto Dios no tiene nada que ver con sus descabelladas conclusiones. Ni con las concepciones que manejan en sus círculos sociales. Entiendan, que sus puntos de vista, necesariamente no son los de Dios. No le endilgue a Dios sus pensamientos, por cuanto Dios lo deja claro. «Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos —dice el Eterno—»Como es más alto el cielo que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos»Isa.55:8,9. Entonces, no se abrogue un derecho que no tiene. No juzgue a Dios, por cuanto eso es peligroso. No ponga en Dios el pensamiento diabólico que sale de su mente, que brota de su corazón que llora esta lamentable pérdida o al justificarla alegre y cruelmente. Tampoco, cometa el error de avalar lo sucedido, rasguñando algún versículo bíblico sin su debido contexto, por cuanto a Dios no se engaña y rendiremos cuenta por ello. Seguramente, cualquiera de esas actitudes puede ser sincera, pero le aparta de Dios, que es lo que el enemigo de la Salvación busca.
Ciertamente, el dolor y el odio son dos sentimientos que cumplen la misma función en la vida espiritual del hombre. Ambos, a su manera, apartan al ser humano de Dios. Uno por exceso y otro por defecto. Y los venezolanos debemos cuidar eso. Dios no es el originador del mal, de la enfermedad ni del dolor. Y tampoco se complace con la muerte y el sufrimiento de sus criaturas. Y muy lejos de lo que predican los cristianos de oficio. Aquellos, cuyo sermón no sale de “la prosperidad”. Que con objetivos inconfesables le hacen creer a la gente que Dios va a sanar toda enfermedad. Que les va a resolver todos los problemas que tengan. Que si aceptan a Jesucristo, se bautizan y entregan todo lo que puedan en ofrenda, segurito desaparecerán todos sus problemas, evidentemente engañan, por cuanto el Señor no prometió eso.
La cruel muerte del Señor Jesús y las trágicas desapariciones de los discípulos, mas la horrorosa persecución que han sufrido los cristianos fieles a la Palabra, a los largo de toda la historia, es la muestra fehaciente que la promesa de un mundo mejor no es aquí, en este miserable planeta en extinción. Sino que está por venir pronto. “En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. (Juan 16: 33.) “Cuando digan: «¡Paz y seguridad!», entonces vendrá sobre ellos repentina destrucción, como los dolores a la mujer encinta, y no escaparán” 1Tes.5:3. “Todos los que quieran vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos”2Tim.3:12. Mientras exista el pecado en esta tierra, todos, piadosos o no, estamos expuesto a sufrir, por cuanto así está escrito. Pero Dios estará a nuestro lado. Predicar lo contario, es una mentira.
En cuanto a los visiblemente crueles, que no tienen rubor para burlase de los dolidos. Y también a aquellos, que se esconden en una falsa pesadumbre. Deben tener mucho cuidado, Dios tiene promesa para ellos también. “Pongan mucha atención —añadió—. Con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes, y aún más se les añadirá”Marc.4:24. Mi apreciado lector, ore a Dios y pídale dirija sus pensamientos y él obrará. ¡Dios los bendiga! ¡Hasta el martes, Dios mediante!
“La Biblia es nuestra única certidumbre para esta vida”
Benjamín Franklin. certidumbre para esta vida