La antesala a la elección del sucesor de Hugo Chávez en Venezuela tomó un vertiginoso ritmo el martes, cuando la oposición denunció planes para atentar contra su candidato y el oficialismo apuntó a que sus adversarios buscan alterar al pueblo al vejar la imagen del fallecido presidente.
Un día después de haberse inscrito como candidatos para los comicios del 14 de abril, los bandos que representan al heredero político de Chávez, Nicolás Maduro, y al líder opositor Henrique Capriles nuevamente cruzaron duras palabras, en una señal de que no se darán tregua durante la corta campaña.
La oposición, conformada por una treintena de partidos, denunció el martes un plan para agredir a Capriles.
«La información que tenemos, incluso de los propios servicios de inteligencia, es que planeaban agredir, planeaban atentar contra Henrique Capriles», dijo a periodistas el jefe del comando opositor, Henri Falcón, también gobernador del estado Lara, sin brindar más información.
En la conferencia mostraron dos fotografías, en una de ellas se ven dos manos empuñando armas de fuego y apuntando contra un televisor en el que se ve a Capriles.
El comando del presidente interino Maduro, un ex chofer de autobús de 50 años que fue ungido por el propio Chávez como el indicado para prolongar sus 14 años de revolución socialista, acusó al mismo tiempo a la oposición de no querer competir por votos sino agitar las aguas.
Capriles perdió en octubre la elección presidencial frente a Chávez, pero logró la mayor cantidad de votos de la oposición en años.
El oficialismo mantiene la misma estrategia de la anterior campaña, asociar a Capriles con sectores de derecha que buscan desarmar los multimillonario programas sociales que montó Chávez para beneficiar directamente a la población de menores recursos con la enorme renta petrolera del país.
«Si ni Dios lo quiera la violencia se desata, él (Capriles) tiene su apartamento en Nueva York. Nosotros lo que tenemos es esta tierra. Llaman a la violencia porque no tienen hijos que les duelan», dijo en una rueda de prensa Jorge Rodríguez, jefe de comando y alcalde de Caracas.
«Denunciamos con toda la responsabilidad que no notamos intención electoral por parte de algunos sectores de la ultraderecha», agregó.
Capriles, gobernador del estado Miranda -uno de los pocos que logró la oposición en las elecciones regionales de diciembre- busca deshacer la estrategia del Gobierno de mostrarse como una continuación de Chávez.
El enérgico político de 40 años llama a su contendor Nicolás, a secas, y le recuerda que él no es Chávez.
Asimismo, llamó al Gobierno ha aclarar los acontecimientos previos a la muerte del líder socialista que dijo están rodeados de «mentiras».
En tanto, miles de personas continuaban despidiendo a su «presidente comandante», cuyo féretro será traslado el viernes desde la Academia Militar hasta el que será el Museo de la Revolución, enclavado en un bastión chavista de la capital.
El cuerpo embalsamado del mandatario podría ser trasladado posteriormente al Panteón Nacional -donde descansan los restos de personajes clave de la historia del país- para lo que el oficialismo busca aprobar una enmienda constitucional que lo permita.
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