Los contendores para los acelerados comicios presidenciales en Venezuela inscribirán el lunes sus candidaturas, en medio de lo que augura ser un combate cuerpo a cuerpo entre una oposición unificada y el heredero político del fallecido mandatario Hugo Chávez.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) alistaba todo para que el presidente interino, Nicolás Maduro, y el líder opositor Henrique Capriles inscriban sus nombres para la elección presidencial del 14 de abril, convocada por exigencia constitucional tras la muerte del líder socialista.
Y aún en luto y con los restos de Chávez expuestos en capilla ardiente recibiendo el adiós de millones de venezolanos, la nación petrolera sudamericana intenta volver a la normalidad con el reinicio de clases y la reapertura de algunos negocios.
La campaña electoral de sólo 10 días debe arrancar oficialmente a inicios de abril, pero desde ya los contendores de la segunda votación presidencial en Venezuela en seis meses se enfrascaron en un duro cruce de palabras.
Capriles, que en las presidenciales de octubre pasado perdió frente a Chávez, denunció el domingo que el Gobierno se está amparando en la figura del mandatario, fallecido el martes pasado tras una lucha de casi dos años frente a un cáncer que dejó a medio camino su revolución socialista.
“Utilizan el cuerpo del presidente para hacer campaña política”, dijo el gobernador del estratégico Miranda, uno de los pocos estados que ganó la oposición en los comicios regionales de diciembre.
“Utilizan a la persona que no está porque ustedes no tienen más nada que ofrecerle al país (…) Nicolás no es Chávez”, agregó el político de 40 años, a la vez que afirmó que el oficialismo calculó “milimétricamente” cada paso que dio desde que Chávez fue operado en diciembre por cuarta vez en Cuba.
La oposición logró en las más recientes elecciones presidenciales su mejor resultado en años, al quedar 11 puntos por debajo del que fue presidente por 14 años.
Pero, encuestas realizadas antes de la muerte de Chávez mostraron que Maduro, ungido por el propio presidente como su sucesor, parte con una ventaja de más de 10 puntos sobre Capriles.
LUCHA FRONTAL
Maduro, un ex chofer de autobús de 50 años que fue canciller y vicepresidente de Chávez, salió furibundo a responderle rápidamente a la oposición, a la que acusó de declarar la guerra.
“Es una infamia, lo que ha dicho es la expresión más grave que se pueda decir sobre la memoria pura, cristalina, del comandante Hugo Chávez”, dijo Maduro la noche del domingo flanqueado por una fotografía del mandatario.
“Está buscando que el pueblo de Venezuela se salga del cauce y se vaya por los caminos de la violencia a buscar justicia para su comandante en jefe”, afirmó en una cadena de televisión.
Maduro llega a la contienda aupado en el carisma de su mentor y apoyado por los sentimientos que afloraron con su muerte, principalmente entre los miles de venezolanos pobres que sienten que Chávez los visibilizó.
BREVE RESPIRO
El lunes, el país intentaba tomar un breve respiro.
En la Academia Militar de Caracas miles de personas permanecían en las kilométricas filas que llevan hasta el féretro del que fue su mandatario por 14 años, aunque sin la desesperación que reinó la semana pasada, cuando algunos temieron no poder despedirlo.
Maduro afirmó que los restos embalsamados del presidente serán trasladados el viernes al que será el Museo de la Revolución, enclavado en un bastión chavista en la capital venezolana.
El presidente interino agregó que esta semana enmendarán la Constitución para que el féretro del presidente, que había ganado en octubre un nuevo período de seis años, repose en el Panteón Nacional.