El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien el viernes asistió a los funerales de Estado del mandatario Hugo Chávez, anunció este sábado su propósito de mantener la unidad con Venezuela, país que acompaña la negociación de paz de Bogotá con la guerrilla de las FARC.
«Voy a hacer todo lo posible para que se mantenga la unidad con Venezuela», dijo Santos durante un acto público en la ciudad de Bucaramanga, capital del departamento (provincia) de Santander, a 400 km al noreste de Bogotá.
Santos hizo el pronunciamiento al destacar los resultados que su política de unidad nacional ha tenido en el interior de Colombia.
«Una política positiva, una política proactiva, requiere de unidad y no de división. Requiere de tratar de buscar propósitos comunes y no de estimular los odios, no de generar rencores. Las sociedades que se polarizan se estancan», dijo.
Santos reanudó las relaciones diplomáticas con Venezuela el 10 de agosto de 2010, dos días después de haber asumido la presidencia del país hasta 2014.
Chávez había roto los vínculos con Colombia el 22 de julio de 2010 a raíz de la denuncia del gobierno del presidente Álvaro Uribe (2002-2010), quien afirmó que guerrilleros de las FARC se «refugiaban» en Venezuela.
Venezuela acompaña a Colombia en las negociaciones de paz que el gobierno de Santos mantiene en La Habana desde noviembre de 2012 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunista).
El presidente Chávez fue «fundamental» para llegar a esa negociación con las FARC, según reveló Santos en diciembre pasado.
Luego, en otra entrevista ofrecida en enero, Santos manifestó su confianza en la continuidad del apoyo de Venezuela a ese proceso si Chávez no superaba el cáncer que el fue diagnosticado a mediados de 2011 y por el que murió el martes en Caracas a los 58 años.
Entonces señaló que el nuevo presidente interino de Venezuela, Nicólas Maduro, colabora desde el principio de los diálogos de paz al ser «la persona que el presidente Chávez puso a empujar el proceso».
Las FARC, que es la guerrilla más antigua de América Latina, lleva 48 años de sangrienta lucha armada contra el Estado colombiano y cuenta actualmente con entre 8.000 y 11.000 combatientes, según estimativos oficiales y privadas, respectivamente.
