El profesor Aguedo Parra es un hombre sumamente audaz, serio, amigo y modesto.
Nacido en Barquisimeto, el 12 de junio en 1945, se formo dentro del mundo de la artesanía, específicamente en la ebanistería, debido al oficio que desempeñaba su padre (carpintero). Dentro de estas actividades también le llamó la atención cómo su padre hacía letreros para negocios y particulares, así como el ver pintar a nada más y nada menos que al maestro Rafael Monasterios al aire libre.
Las interrogantes e inclinaciones artísticas en Parra se agudizaron y afanosamente le preguntaba a su padre dónde podía estudiar eso que hacía Monasterios, aunque no le dio respuesta al momento, pues Aguedo continuaba acercándose a Monasterios, y el maestro le comenta de la existencia de la escuela, y un vecino, el artista plástico Luís González quien estudiaba allí, lo llevan junto con su padre a la escuela de Artes Plásticas y se inscribe en arte infantil, teniendo como profesor a Miguel Rodríguez.
Cuenta el propio Aguedo Parra: “Mi primera experiencia al entrar a la escuela fue el observar al maestro José Requena preparar una pintura guache en una ponchera”. Luego se inscribe en el primer año de arte puro y entre sus profesores destacan: José Requena, Martín Flores, Enrique González. Egresó de la Escuela de artes plásticas Martín Tovar y Tovar en 1963 en la especialidad de dibujo y pintura mención de arte puro, haciendo luego dos años más de estudio en la especialidad de artes del fuego.
Su primera incursión como docente fue en la escuela de Artes Plásticas Martín Tovar y Tovar en 1971, bajo la dirección de Simón Gouvernel. Después estudia en el Pedagógico de Barquisimeto y se gradúa de profesor en el área de geografía en 1978.
A finales de los ’70 y principio de los ’80 viaja a Nueva York, Filadelfia y Washington, realizando talleres de museografía dirigidos a latinoamericanos en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA).
En octubre de 1985 es nombrado director de la Escuela de Artes Plásticas Martín Tovar y Tovar, cargo gerencial que desempeñó con gran éxito hasta 1997. En 1990 gana concurso de oposición por el departamento de ciencias sociales del Pedagógico de Barquisimeto, pero trabaja con la especialidad de integral, hasta que es trasladado a Sociales.
Su actual obra hace honor a ese hermoso fenómeno natural que enardece los cielos barquisimetanos, como son los crepúsculos. Esa nueva obra lo ha llevado a estudiar los crepúsculos a nivel nacional para luego llevarlos al lienzo de manera geometrizada.
En 2010, es galardonado con el Primer Premio del XX Salón de Artes Visuales Héctor Rojas Meza. Su obra de carácter geométrico titulada Homenaje a Vassili Kandinsky, es una pieza en forma de tríptico de 127×92, pintado en acrílico/ MDF, en donde la fluidez del colorido se hace presente con una armonía perfecta.
En 2011 es acreedor del primer premio del VI salón de artes visuales Rafael Monasterios de La Universidad Centro Occidental Lisandro Alvarado. Sin duda alguna Aguedo Parra es uno de los mayores ejemplos de la plástica nacional y modelo docente que debe tener toda institución educativa; este maestro es la máxima expresión del verdadero profesionalismo.
#Opinión: Aguedo Parra: un gran artista plástico Por: Dalí Álvarez
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