La selección venezolana quiere ganar el Clásico Mundial de Béisbol para levantar el ánimo de un país que atraviesa un momento difícil tras la muerte del presidente Hugo Chávez.
El líder venezolano falleció el martes después de una larga batalla con el cáncer, sumiendo al país sudamericano en incertidumbre sobre su futuro político.
«Hemos hablado de lo importante que es ganar, sobre todo en estos momentos difíciles que estamos viviendo en nuestro país», señaló el jueves el manager de Venezuela, Luis Sojo, horas antes del debut contra República Dominicana en el Grupo C. «Estos muchachos quieren darle un triunfo a un país que está hambriento de triunfos».
Venezuela presenta una de las alineaciones más imponentes del torneo, con figuras de la talla de Miguel Cabrera, Pablo Sandoval y Carlos González.
Sojo sabe que en un torneo corto, con apenas tres partidos en la primera ronda, el favoritismo se tira por la borda y ningún plantel es inmune a sufrir una sorpresa. Por eso, destacó la química desarrollada por sus jugadores en la corta preparación de tres días que tuvieron juntos antes de su primer encuentro.
«Estos tres días de preparación sirvieron para que los peloteros hicieran su engrane como equipo. Hay mucha química con estos muchachos, es como si estuviesen jugando (juntos) desde hace muchos años», apuntó el dirigente. «El mensaje es mucha paciencia, mucho optimismo, mente positiva».
«Vamos a olvidarnos de quienes somos, vamos a pensar con el corazón del niño de esas barriadas de donde salimos todos», sentenció.
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