Al tráfico de vehículos que a diario genera los vehículos particulares y de servicio público en la ciudad se le sumó la compra nerviosa de gasolina. La Guardia Nacional militarizó con una treintena de guardias las principales estaciones de gasolina de la ciudad para aligerar la compra y disminuir el temor de quedarse sin combustible y no poder movilizarse.
Víctor Linárez, operador de isla, de una estación de gasolina del este de la ciudad, dijo que la ayuda prestada por efectivos de la guardia nacional fue muy oportuna. Acotó que a las seis de la tarde se formó una larga fila de carros que abarrotó un tramo de la carrera 19 con 12. Sin embargo, los ciudadanos permanecieron con mucha paciencia en sus carros esperando cada uno su turno para surtirse.
Comerciantes del sector expresaron sentir miedo por la tempestiva presencia de los efectivos, sin embargo, al darse cuenta que estaban resguardando las estaciones de servicio agradecieron su trabajo. Pasadas las 10 de la noche las bombas tornaron a una total tranquilidad y la Guardia Nacional se retiró.
La red de distribución de combustible está garantizada en las diferentes gasolineras de la ciudad, tanto la de 91 y 95 octanos, dijo Carlos Sánchez, operador de otra bomba de servicio. Y aseguró que en la estación donde trabaja no se presentó ni disgusto ni problemas por parte de los compradores. Sin embargo, un vecino de la zona que no quiso identificarse, reveló que el despacho de gasolina estuvo muy lento y ocasionó una gran cola en las inmediaciones de su residencia. Similar estuvo el panorama en las estaciones del oeste de la capital larense pero sin mayores dificultades.