Un nuevo estudio confirma la relación entre el insomnio y los pensamientos suicidas, lo que sugiere que la evaluación específica y tratamiento de problemas de sueño concretos puede reducir el riesgo que personas con síntomas depresivos decidan quitarse la vida, según publica la revista Journal of Clinical Sleep Medicine en su última edición.
«El insomnio y las pesadillas, que a menudo se confunden y van mano a mano, son factores de riesgo para el suicidio, pero cómo contribuyen era desconocido hasta ahora» ha explicado W. Vaughn McCall, autor principal del estudio y director de la Facultad de Medicina del Departamento de Psiquiatría y Comportamiento de la Salud en la Universidad de Georgia Regents (EE UU).
El estudio empleó pruebas psicométricas para evaluar objetivamente el estado mental de 50 pacientes con depresión que recibían tratamiento hospitalizado, ambulatorio o en servicios de Urgencias. Los participantes tenían entre 20 y 84 años, el 72 por ciento eran mujeres y el 56 por ciento previamente había intentado suicidarse al menos una vez.
Los resultados mostraron que los participantes tenían un grado moderado de los síntomas del insomnio, en promedio, utilizando el Índice de Severidad del Insomnio. A pesar de que la desesperanza se relaciona con las ideas suicida, no apareció significativamente vinculada al insomnio, las creencias disfuncionales o las pesadillas, pero las tres variables del sueño sí se correlacionaron con pensamientos suicidas.
Los investigadores detectaron que cuando el insomnio y los pensamientos suicidas eran considerados de forma aislada, el insomnio fue, como era de esperar, un predictor de pensamiento suicida. «Resulta que el insomnio puede conducir a un tipo muy específico de la desesperación y la desesperanza por sí mismo, por lo que es un poderoso predictor de suicidio», concluye McCall. Según los autores, el estudio sugiere que las pesadillas y las creencias y actitudes disfuncionales sobre el sueño pueden representar nuevas dianas para la prevención del suicidio.
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