Los conductores de las dos líneas de “rapiditos”, así como de autobuses que cubren la ruta Río Claro-Barquisimeto, se cansaron de tantas promesas de recuperación de la carretera que deben transitar a diario y se concentraron en las inmediaciones del Consejo Legislativo exigiendo la intermediación de los diputados ante el MTT para que se reinicien las obras paralizadas hace meses.
“No entendemos las razones por las cuales no han terminado los trabajos que el Ministerio inicia cada vez que nosotros protestamos y la vía cada vez está peor, en algunos sitios intransitable”, manifestó uno de ellos.
En una reunión con masiva asistencia decidieron suspender este martes sus actividades en señal de protesta por la poca atención que el Ministerio de Tránsito Terrestre ha dado a tan importante arteria vial.
Ayer, los residentes en Río Claro que trabajan en Barquisimeto y no tienen carros, al menos aquellos enterados del paro, debieron quedarse en casa o recurrir a las “colas” para poder llegar a sus centros laborales.
Los 42 autos y camionetas de la Asociación Civil Rapiditos de Río Claro y los 51 de la Asociación Civil Los Nuevos Ríoclarenses, así como los autobuses, no prestaron el servicio de transporte colectivo durante parte de la mañana.
Un numeroso grupo de ellos, con sus correspondientes unidades, se trasladaron al Consejo Legislativo y ocuparon la cuadra de la calle 23 entre 18 y 17, además de las inmediaciones de la plaza Lara, con el fin de plantear la situación a los legisladores.
Portaban pancartas en las que se leía, entre otras leyendas; “Queremos solución; no más pañitos calientes”, “El pueblo de Río Claro merece una nueva carretera”, o “Nosotros también votamos”.
Allí permanecieron hasta cerca de las once de la mañana cuando una representación, encabezada por el presidente de Fedetransporte, Erick Zuleta, del Sindicato del Transporte, Giovanni Peroza y los presidentes de las dos líneas de “rapiditos”, lograron hablar con algunos de los parlamentarios regionales a quienes expusieron la situación.
Se quejaron del progresivo deterioro de la vía a consecuencia del tránsito y el insuficiente mantenimiento por parte de los organismos a los que corresponde.
Recordaron que en varias oportunidades han tenido que protestar cerrándola cuando en determinados lugares se profundizan los hundimientos al punto de considerarse todo un riesgo cruzar por ellos.
Igualmente persisten las fallas de borde que amenazan con provocar el derrumbe total de la capa de rodamiento y por ende la destrucción de esa arteria vial, la única de la que dependen los habitantes de Río Claro para comunicarse con Barquisimeto y el resto del país.
El año pasado el Ministerio de Tránsito Terrestre abrió varios frentes de trabajo en los puntos más deteriorados y cuando los miles de usuarios abrigaron esperanzas de que al fin se estaban ocupando de la recuperación plena de la carretera, de la noche a la mañana desaparecieron obreros y maquinarias y cuando ya estamos en el tercer mes del 2013 no han vuelto dejando solamente los promontorios de tierra o ladrillos a los lados y tramos sin el cubrimiento asfáltico.
“Nosotros que conocemos la vía tenemos que andar con mucho cuidado para no sufrir accidentes y quer no se nos dañen los carros al caer en los desniveles o huecos dejados por las contratistas piratas encargadas de los trabajos, pero quienes no la conocen tienen mucho más peligro, sobre todo si viajan en horas de la noche”, dijo Manuel Salazar, uno de los trabajadores del volante.
Los participantes en la manifestación insistieron en la necesidad de que el MTT contrate empresas especializadas en vialidad para la recuperación del tramo vial y no las que hasta ahora han sido beneficiadas con los contratos pues a pesar de los millonarios recursos y del tiempo invertidos no se observan avances significativos.
Insistieron en que esa es la única vía de que disponen los habitantes de la capital de la parroquia Juares para salir o regresar a la población, de allí su importancia y la necesidad de que se haga efectiva su recuperación plena y no a medias como ha ocurrido hasta ahora.
A causa de la protesta muchas personas que permanecieron en la población debieron esperar hasta cerca del mediodía para poder viajar a Barquisimeto, aunque se mostraron solidarias con los transportistas por considerar justas sus exigencias pues van en beneficio de todos, no sólo de quienes trabajan transportando pasajeros.
Sin embargo, en las paradas existentes en Río Claro no se observaban grupos numerosos de pasajeros esperando la reanudación de las actividades de las dos rutas de “rapiditos” y busetas y la de autobuses, señal de que muchos, informados previamente sobre la paralización del servicio optaron por levantarse más temprano y aprovechar las unidades cuyos conductores salieron de madrugada a cubrir el recorrido antes de que oficialmente se iniciara la protesta.
“Que arreglen esa carretera de una vez por todas y no sigan engañándonos con promesas que nunca cumplen”, se le oyó decir a una de las pasajeras en una parada.
Fotos: Jairo Nieto