#Opinión: Corregir el desperdicio del petróleo Por: Hugo Leyva-Ocariz

Los recursos naturales de un país deben aprovecharse al máximo cuidando que su explotación no sea malgastada y que garantice el desarrollo integral de su población. Desde el descubrimiento y explotación del primer pozo petrolero en el mundo en 1854, el petróleo ha sido la fuente de riqueza más importante de muchos países que han descuidado otras posibilidades de ingresos de divisas para suplir las necesidades de sus habitantes, llegando incluso a depender de la importación de sus alimentos. En otros, como Noruega, la riqueza petrolera se distribuye entre toda su población siendo el de mayor ingreso per capita.
La población más pobre del mundo, 2.3 mil millones, de los 7 mil millones de habitantes de la tierra, que aún no ha disfrutado de los beneficios del petróleo, debe integrarse al desarrollo mediante el uso de energía no contaminante, diferente a la del petróleo, de lo contrario el mundo se enfrentará con mayores crisis económicas y ambientales. Si echamos una mirada a los alimentos y utensilios de nuestro hogar, podemos comprobar que la mayoría de éstos provienen o son dependientes del petróleo en forma directa o indirecta, incluyendo las bolsas plásticas, equipos de refrigeración o calefacción, la energía eléctrica, materiales de comunicación, artículos de aseo y cosméticos, vehículos y sus componentes y muchos otros.
Nos hemos acostumbrado al abuso de las comodidades de la vida moderna, se desperdicia la gasolina, el agua (hay personas que duran una hora bañándose con agua caliente), se riegan matas, se lavan carros, se dejan bombillos prendidos sin necesidad. En la Venezuela de la bonanza nos acostumbramos a cambiar el vehículo todos los años, cuando en realidad el vehículo bien mantenido puede durar en buenas condiciones 5 años al menos. El valor de la gasolina, en el caso de Venezuela, es insoportable para una economía en crisis como la que vivimos actualmente, pues no es posible que el precio de un litro de refresco sea muy superior al de un litro de gasolina.
El primer y principal ejemplo lo debe dar el gobierno y lo debieron dar los diferentes gobiernos de todas las épocas. Algunos fueron eficientes en este sentido. Debemos reconocer que la dictadura de Pérez Jiménez, de triste recuerdo para la Democracia, construyó los túneles de la autopista Caracas-La Guaira, muchos hospitales, la Ciudad Universitaria de la UCV (iniciada en los 40s y terminada en los 50s), las autopistas que modernizaron a Caracas. Los gobiernos de Acción Democrática hicieron el Puente sobre la Lago de Maracaibo, General Rafael Urdaneta (construido en 4 años e inaugurado por el Presidente Rómulo Betancourt en 1962), muchas de las principales Universidades, La Represa del Guri inaugurada en 1968, construida durante gobiernos de Acción Democrática y de Copei. Son ejemplos de grandes obras, las mejores de Latinoamérica para su época, y del buen uso que se dió al ingreso de divisas petroleras. Al conocer la historia de estas grandes obras, uno se pregunta cómo es posible que algunas de ellas están deterioradas actualmente.
Es necesario estudiar el uso  de otras fuentes de energía no contaminantes. La energía nuclear, que aunque peligrosa en caso de su diseminación, si se toman las medidas preventivas estrictas, es una alternativa que seguirá en uso. China acaba de aprobar la construcción de muchas plantas nucleares como fuente de energía eléctrica, ante la evidencia del agotamiento del petróleo en los países que actualmente lo explotan. Pero Venezuela dispone de la Represa del Guri que debe recibir el mantenimiento adecuado para recuperar su máxima eficiencia en la producción de energía eléctrica.
Aún es tiempo de rediseñar las políticas económicas y de planificar más eficientes usos de los beneficios que aporta el petróleo. El más urgente es la educación de buen nivel de todos los ciudadanos, preparación de Profesores a todas las instancias del proceso educativo, preparación de Profesores universitarios con postgrados de alta calificación, con la asignación de salarios dignos para incentivar la investigación científica y tecnológica, base del progreso de los Países desarrollados. Un pueblo bien educado y culto entenderá que debe prepararse y trabajar duro para progresar. El gobierno está obligado a proporcionar esta buena educación, servicios de salud y ante todo seguridad de la vida a los venezolanos. Así no se seguirá desperdiciando el petróleo por el poco tiempo que a futuro siga siendo útil. Sencillamente, apliquemos la sentencia sabia del Dr. Arturo Uslar Pietri, “es necesario sembrar el petróleo”.

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