En estos momentos no se puede decir que la situación económica del país está mejorando, porque las causas que la originaron siguen vigentes, expresó el doctor Aníbal Peña Javit, profesor universitario, al ser entrevistado por reporteros de EL IMPULSO.
Una de las primeras causas para la situación actual es el déficit fiscal, expuso. Eso significa que se está gastando más de lo que ingresa, aun cuando tenemos un precio promedio del barril de petróleo de 104 dólares.
La devaluación del bolívar de 4, 30 a 6, 30 no va a generar los suficientes ingresos para compensar ese déficit fiscal que en promedio, a nivel general, está en 15% del Producto Interno Bruto (PIB, es decir, la producción de bienes y servicios en un período determinado de un país, es decir, lo que se produce anualmente).
Ese déficit, inclusive a nivel central, estaba por el orden del 8 por ciento de los gastos del Ejecutivo, sin embargo, con la devaluación puede que baje 3 por ciento.
Eso indica que la situación del país no ha mejorado y ahora con la posibilidad de unas elecciones de acuerdo a la salud del Presidente de la República y ya programados unos comicios para alcaldes y concejales, se espera que el gasto público siga incrementándose como ocurrió en el año 2012.
Como no hay disciplina fiscal, por lógica, el gasto público aumentará, habrá una presión sobre la oferta y, entonces, la inflación continuará creciendo, porque habrá una gran cantidad de dinero circulando, persiguiendo la misma cantidad de productos o quizá menos, porque en estos momentos hay menos producción y eso genera un proceso inflacionario.
Otra variable que se agrega al problema de la inflación es el control de precios y la Ley de Costos y Precios Justos.
Muchos productos de la cesta alimentaria están regulados, indicó el Dr. Peña Javit. Cuando se le pongan los precios exactos a esos productos, la inflación será mayor a lo que en este instante está dando el Instituto Nacional de Estadísticas.
Este año, de seguir la situación como está, la inflación se acercará al 30 por ciento.
El poder adquisitivo de la población se verá perjudicado porque los más perjudicados por la inflación son los sectores de menores recursos -estratos D y E- tienen un gasto en alimentos superior a los que tienen los otros estratos. La persona con salario mínimo gastará casi todo en comida y no le alcanzará para cubir otras necesidades.