Durante un recorrido por la avenida 20, un equipo de EL IMPULSO pudo constatar que esta popular arteria vial permanece despejada de comerciantes informales, especialmente desde su inicio como bulevar a partir de la avenida Vargas, hasta la calle 27, ya que desde este punto, según afirmaron los dueños de algunos establecimientos, es que se puede empezar a notar la presencia de vendedores de ropa ambulantes. Sin embargo, hasta las primeras horas de la mañana de ayer, no se observó ninguna acción buhoneril en la zona.
Por otra parte, se aprovechó la ocasión para consultar con los administradores de varias tiendas en el bulevar de la 20, sobre el desarrollo de las ventas en lo que va del presente año. En este sentido, Carlos Rodríguez, gerente general de un conocido establecimiento de ropa, artículos de librería y juguetes, ubicado entre las calles 23 y 25, dio a conocer que su negocio ha sufrido una disminución promedio en las ventas de entre 30 y 40 por ciento, el cual empezó a percibir con mayor fuerza a finales del mes de enero del presente año.
“Considero que el nerviosismo está afectando a la población, debido a la incertidumbre. Están comprando mayormente alimentos, y no mercancía seca como la que vendemos aquí, por eso es que en nuestro sector nos estamos viendo más afectados. He notado también que la afluencia de gente que viene a la avenida 20 es ahora menor”, expresó el comerciante.
Ante la interrogante de cómo aprecia el movimiento de las ventas diarias, en esta misma época, con respecto al año pasado, señaló que la disminución interdiaria llega a ser de 4% por ciento.
“Esperamos que finalmente se produzca un repunte de las compras a partir de Semana Santa”, acotó Rodríguez.
Asimismo, Jenny Sánchez, gerente de ventas de un almacén de telas entre las calles 26 y 27, confirmó las afirmaciones sobre la caída de las ventas, agregando que han tenido muchos problemas para adquirir productos, ya que muchos de sus proveedores de telas no están despachando ante la incertidumbre de los precios, como consecuencia de la devaluación.
“Por esta razón, nuestro inventario se ha visto reducido y sufrimos escasez de varios productos de lencería, por lo que algunas personas cuando vienen a comprar, se molestan, pues en ocasiones no pueden encontrar lo que buscan”, aseguró.
De esto difiere la visión de José Ángel Gutiérrez, dueño y administrador de una popular zapatería en la esquina de la avenida 20 con calle 26, quien resaltó que sus ventas no han sido afectadas por las medidas económicas que el gobierno nacional viene implementando desde principios de febrero.
“Nuestras ventas no han bajado, porque mantenemos los precios viejos hasta que se agota la mercancía. Los negocios donde se perciben menos ventas, son aquellos donde se han remarcado los precios”, comentó.
Con respecto a la inflación, declaró que si antes podía adquirir cien pares de zapatos de sus proveedores, ahora sólo puede comprar 60 pares, “pero como rotamos nuestro capital de manera apropiada, para el que ciclo de venta de los productos se mantenga, los compradores siguen viniendo”, aclaró, puntualizando que en su negocio 30% de los productos es de fabricación nacional, mientras que el otro 70% es totalmente importado.
En relación a la devaluación, expresó que la estrategia del Gobierno nacional es errada, y que en lugar de devaluar, debería buscarse la forma de reducir la gran importación de productos, “que ahora quizás constituye el 80% de todo lo que se consume en el país”, agregó Gutiérrez, quien sugirió como idea proponer a la población dejar de comprar mercancías e insumos importados durante algún tiempo, para que compren exclusivamente alimentos y otros insumos producidos en el país, ya que eso podría contribuir a reducir la inflación al estimular el consumo de la producción nacional, reduciendo la cantidad de negocios que dependen de la gran diferencia entre el precio oficial de la divisa y su cotización en el mercado paralelo.
“Sería bueno ver cómo, al dejar de adquirir bienes importados durante un mes, se logra afectar al precio actual del dólar”, concluyó el comerciante.