Cualquiera que transite por la carretera hacia el norte del estado Lara, concretamente entre Bobare y Santa Inés, puede observar en varios puntos los montones de piñas destinadas a satisfacer las exigencias de los mercados de diferentes ciudades del país.
“La piña que nosotros producimos en la parroquia Águedo Felipe Alvarado es la más dulce ded toda Venezuela, pero necesitamos que elgobierno nos apoye para poder sacarla al mercado sin tantos problemas por el mal estado de la vialidad”, dijo Reinaldo Arrieche, del sector El Caimito.
En realidad esos trabajadores del campo trabajan de sol a sol en el mantenimiento de las siembras y cuando les toca retirar el producto de ese trabajo no les resulta nada fácil debido a no contar con buenas carreteras pues lo único que tienen son caminos prácticamente intransitables.
En eso coincide Dalila Arrieche, piñicultora de la zona de La Brujita, cuya cosecha de febrero estuvo destinada a mercados de Caracas.
“Lo que necesitamos es que nos arreglen esos caminos para poder sacar la piña de Las Mulas, El Zanchero, Los cochinos,Los Quemaos, El Buchal, Charco Largo, Simara y todos estos caseríos cercanos a Bobare”, agregó.
Dice que en La Brujita hay unos 50 cosechadores de piña aspirantes a mejores precios pues con la devaluación de la moneda venezolana deen invertir más en los productos necesarios para las siembras.
También tienen problemas por la falta de agua ya que no existen acueductos.
Por tratarse de una zona árida son inexistentes las quebradas o nacimientos de agua, de allí que los agricultores tengan que ingeniárselas en la temporada de verano con el fin de disponer de agua para cubrir sus necesidades.
Por años han insistido ante los organismos competentes, municipales, regionales y nacionales para que les construyan acueductos con pozos profundos a fin de disponer del líquido vital todo el año.
Algunos disponen de lagunas construidas por ellos mismos, pero ante veranos tan prolongados como el actual las mismas se secan.
Afortunadamente la piña es una fruta para la que no es indispensable el agua, de allí la ventaja de poder sembrar todo el año.
Pero los trabajadores del campo también requieren agua para el ganado ya que la mayoría de ellos poseen rebaños de vacas, chivos u ovejos que aplacan su sed en esas lagunas.
En la zona de la parroquia Águedo Felipe Alvarado producen piña todo el año, aunque las zafras mayores son en mayo, julio y febrero, como está ocurriendo en la actualidad que a diario salen camiones cargados hacia Mercabar o ciudades como Maracaibo, Maracay, Valencia, Caracas, Barcelona y hasta Margarita.
“Ahora estamos llevando piña larense a todo el país porque a la gente le gusta más esta que la de otras partes, por lo dulce”, manifestó Monise Brizuela, productor y comerciante del rubro.
Destaca también la necesidad de que sea acondicionada la vialidad hacia las diferentes zonas del noroeste larense consideradas como principales productoras de la rica fruta pues en la actualidad, debido al mal estado en que se encuentra, no pueden ingresar a las finca los camiones y aquellos piñicultores que no poseen vehículos deben pagar fletes lo que reduce considerablemente sus ingresos.
Con respecto a los precios, dijo que a pesar del incremento en los costos de producción, se han mantenido este año en 8 bolívares la unidad tamaño grande, 4 la mediana y uno la llamada mingo, o sea la más pequeña.
Llama la atención sobre los riesgos que corren los transportadores de la fruta cuando se desplazan por algunas carreteras debido a la existencia de los reductores de velocidad mejor conocidos como “policías acostados”.
Varios de ellos han sido víctimas de atracadores, en especial cuando viajan por la carretera Lara-Zulia, de allí que prefieren no hacerlo de noche.
“Pero a pesar de esos problemas como son la pésima vialidad, falta de agua y los peligros de la carreteras, nosotros seguimos endulzando a todo el país con la piña larense”, afirmó Raimundo Arrieche.
Con respecto a la procesadora de frutas y hortalizas instalada por el gobierno en Bobare, el procuctor Joaquín Gil dijo que les beneficiaría más si les pagaran rápido la piña que “arriman” pues actualmente se demoran mucho en hacerlo y ellos necesitan el dinero.
Indicó que cuando anunciaron la construcción de esa planta se alegraron porque al fin dispondrían de un centro de recepción del producto de su trabajo, pero la alegría se ha disipado un poco a causa de los retardos en recibir el pago por los cargamentos de piña que entregan.
“Uno entrega la piña con la esperanza de que se la paguen, sino de inmediato al menos en pocos días, pero eso no ocurre y entonces nosotros no tenemos dinero para cumplir conlos compromisos contraídos a cuenta de la cosecha”, precisó Gil.
Debido a esos retardos los productores siguen acudiendo a los compradores particulares que, aunque les comprana precios más bajos, al menos les pagan inmediatamente y pueden regresar a sus casas con el dinero necesario para cubrir sus necesidades.
Confían en que ese problema sea consecuencia del inicio de actividades de esa planta y que se resuelva pronto para que los agricultores puedan contar con pagos pronto.
