Ricardo Arjona cautivó el martes a más de 3.600 personas con un concierto enfocado en los inmigrantes sin residencia legal en Estados Unidos, a quienes rindió un homenaje que incluyó a su propia madre.
El cantautor guatemalteco dedicó la canción «Mojado» a quien calificó de la «primera indocumentada que conocí en mi vida»: su madre, quien emprendió un viaje a Nueva York para saldar, agregó Arjona, «una deuda del demonio».
Algunos estadounidenses «siguen pensando que muchos de los nuestros vienen a este país, porque están encantados y no saben que la mayoría están aquí más por necesidad que otra cosa», afirmó el cantautor, nominado a cuatro Grammys en 2012.
No obstante, también hay una «historia de irresponsabilidad histórica que tienen nuestros países» por la migración de su gente a Estados Unidos, acotó.
Con su presentación en el Teatro Comerica de Phoenix, Arjona comenzó la etapa en Arizona de la llamada Gira para Mantener las Familias Unidas, encabezada por la organización Promesa Arizona. La gira hará escalas esta semana en otras dos ciudades der Arizona: Tucson y Yuma. También recorrerá otros estados, incluso California, Nevada, Nueva York y Florida. El recorrido busca llamar la atención sobre las familias separadas por las leyes migratorias.
Antes de su presentación, Arjona aprovechó su estancia en Phoenix para reunirse con la familia de Edi García Armas, un inmigrante guatemalteco que estuvo a punto de ser deportado por autoridades migratorias.
«Estoy feliz que nuestro compatriota está aquí, para ayudar a que se paren estas deportaciones», dijo Armas. La deportación de García fue suspendida después de varias protestas de grupos proinmigrante y del testimonio de su hijo, José García, un ciudadano estadounidense de 12 años.
«La voz de Ricardo Arjona se escucha por el mundo y él puede correr el mensaje de que necesitamos una reforma migratoria justa», dijo Petra Falcón, directora de la organización Promesa Arizona.
«A mí me gusta toda su música y sus canciones y le doy las gracias que nos apoye, pero que no se quedé nada más con el concierto, sino que llegue al Congreso porque necesitamos una reforma migratoria», dijo Patricia Rosas una inmigrante de México.
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