#opinion: ¿Cómo está el Presidente? por: Joel Rodríguez Ramos

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Supongo que me puedo hacer esa pregunta: ¿Cómo está el Presidente? No es una pregunta subversiva, como piensa el gobierno,  ni impertinente, ni morbosa, ni de curiosidad malsana. Es una pregunta que a esta hora nos estamos haciendo todos los venezolanos, más allá de la posición política de cada quien. He oído amigos simpatizantes del gobierno lamentarse de no saber la realidad de la salud del Presidente. Incluso, puede ser hasta una pregunta de la más elemental cortesía y solidaridad. Cuando un amigo está enfermo, solemos preguntar a su familia: ¿Cómo está fulanito? Y hasta visitarlo, si se puede, y la familia nos agradece la preocupación y el interés demostrado con la pregunta y la visita.Recuerdo un amigo que me contaba que cuando uno de sus hijos estuvo muy enfermo, el ex – presidente Caldera, entonces en ejercicio del cargo, lo llamó varias veces para saber de su hijo y mi amigo se lo agradecía mucho. Aquél muchacho superó su enfermedad.
Yo no sé cómo está el Presidente, no he sido amigo ni de él ni de su familia, nunca lo he visto personalmente, para estar llamandoa indagar la realidad de su estado de salud. Pero resulta que el presidente Chávez es el presidente de Venezuela, su suerte nos toca a todos de alguna manera y la salud de un Jefe de Estado es una cuestión de Estado. No es cualquiera el que está enfermo, es el Presidente y en este caso se trata de una enfermedad grave y el desarrollo de esa enfermedad y las pocas y vagas informacionesproporcionadas por el gobierno, han aumentado la preocupación por la salud presidencial y el destino de Venezuela. Más de sesenta días en Cuba, para una delicadísima operación quirúrgica, un post operatorio “complicado” como le gusta decir al gobierno y una repentina llegada a Venezuela, supuestamente en mejores condiciones,  pero sin que hasta este momento, lo haya visto nadie, salvo contadísimas personas de su entorno familiar y gubernamental, crea una gran incertidumbre, una gran interrogante y alimentan todas las conjeturas imaginables sobre el tema.
Venezuela es un país presidencialista, quien ocupa la primera magistratura es el centro de todas las informaciones, miradas, expectativas y conversaciones. A eso debe agregársele que Chávez durante su mandato ha exacerbado ese presidencialismo tradicional. Todo, absolutamente todo, depende de él. Además, la circunstancia de la salud presidencial coincidió con el inicio de un nuevo período presidencial para el cual fue reelecto y Chávezno se ha juramentado para ese nuevo período. Pensé que a su llegada se juramentaría, pero no ha sido así hasta hoy, y eso aumenta aún más la incertidumbre porque, se piensa, será que no puede ni siquiera juramentarse. Por otra parte, la chispa venezolana es una fuente inagotable de humor y de chismes. Todos los presidentes han “sufrido” la chispa humorística del venezolano. Hace poco, al ver la película “Tiempos de Dictadura”  oí un porro colombiano que le compusieron a Pérez Jiménez en su época, y, según me cuentan, él lo prohibió. Cuántos chistes se hicieron, por ejemplo, de las rarísimas palabras que solía utilizar el presidente Betancourt en sus discursos, o de la  dificultad del presidente Leoni para pronunciar algunas palabras, o de la supuesta o real soberbia de Caldera, o del voraz apetito del presidente Herrera Campíns,  o de las amantes de CAP y de Lusinchi. Es como inveterado en el ánimo venezolano y hasta un desahogo, el chiste sobre las figuras presidenciales. Chávez no podía ser la excepción, aunque a Maduro no le gustey esta situación de su enfermedad ha aumentado todo los comentarios, chistes y chismes sobre la situacióndel Presidente. Es necesario que el gobierno, en vez de investigar las redes sociales para reprimir comentarios y chistes, sea más serio y responsable en las informaciones que proporcione sobre la salud presidencial, nos diga la verdad y nos prepare para una transición que se ve venir, aunque el gobierno la eluda o difiera. Yo, sinceramente, lamento la situación que presumo está viviendo el señor Presidente y como la mayoría de la población, estoy preocupado y como todos, tengo derecho a saber cómo está el Presidente.

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