Choferes de camiones cisternas, dependientes de la Alcaldía de Iribarren, levantaron el paro cumplido en el transcurso de dos días.
Ayer en horas de la mañana, Pedro Álvarez, en representación del Sindicato Automotor de Lara, sostuvo una reunión con la máxima autoridad del Municipio y llegaron a un acuerdo.
“Pidió una prórroga para evaluar la situación y nos aseguró que la semana que viene tendrá para nosotros una respuesta definitiva.
Desde hace tiempo hemos venido manifestando nuestras necesidades y en vista que no atendieron nuestras solicitudes decidimos parar el suministro”, dijo Álvarez.
En detalle, para el miércoles 6 de marzo, está pautada la reunión y según lo planteado por la alcaldesa Amalia Sáez, los 165 conductores de cisternas continuarán con la programación de suministro a comunidades del oeste de Iribarren.
“Por ahora está descartado el paro definitivo. Sin embargo el sábado tendremos una reunión con los choferes para coordinar acciones en caso de que no anuncien una respuesta satisfactoria.
Sáez nos atendió y pidió un tiempo para tomar decisiones y accedimos porque sólo queremos que se solucione este problema”, agregó. “Solicitamos un incremento justo. Estamos hablando de 400 ó 500 bolívares por viaje”.
A favor de las comunidades
Los 165 conductores cumplen con dos viajes al día; asisten en su mayoría a comunidades de la parroquia Juan de Villegas, jurisdicción que para 1990 contaba con una data poblacional de 233.103 residentes y hoy es el hogar de 399.767.
A falta de presupuesto para la instalación de acueductos para trasvasar agua potable, el suministro por camiones cisternas ha sido el plan de contingencia por parte de la municipalidad.
Un paro definitivo de conductores dejaría de manos atadas a unas 200 mil familias.
“No queremos perjudicar a las comunidades, pero la autoridad de suministro por cisterna de Iribarren, Ivonne Babaresco, ignoró nuestras necesidades. Los camiones están en mal estado y no podemos repararlos”, agregó Álvarez.