Diversos programas se desarrollan en las instalaciones del Centro de Medicina Física y Rehabilitación Dr. Régulo Carpio del Hospital Central Antonio María Pineda, un servicio que atiende a más de 300 pacientes mensualmente.
Nercida Reyes, jefa encargada del centro de rehabilitación, destacó que la atención se basa en consultas de rehabilitación de adultos y niños, servicio de foniatría, centro de orientación, diagnóstico, seguimiento y formación de la diversidad funcional, así como también terapia ocupacional y fisioterapia.
Consulta neuromuscular, genética, rehabilitación de mano, consulta de amputados, taller de prótesis y ortesis, además de consultas de fibromialgia, dolor, escoliosis y foniatría también se incluyen entre los servicios del centro.
Igualmente, este año, se dio inicio al servicio de rehabilitación funcional del paciente discapacitado visual y rehabilitación cardiorrespiratoria, así como la reactivación de los posgrados de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, UCLA, y la incorporación de pasantías con estudiantes de psicología de la Universidad Yacambú y de fisiatría de la Cecilio Acosta.
Sin embargo, a pesar de la voluntad para mantener en pie el servicio, la mística profesional y la calidad de atención, son diversas las necesidades que presenta este centro.
El recurso humano es escaso. Sólo 12 adjuntos laboran en esta área, mientras que 4 terapistas y 4 fisiatras realizan las terapias correspondientes, un personal que no cubre la cantidad de pacientes.
“Tenemos una deficiencia del 50% del personal. Deberíamos contar con más personal para aumentar la cantidad de pacientes y mejorar las terapias. Por cada fisiatra debe haber dos terapeutas según los lineamientos del Ministerio, pero actualmente no contamos con ese personal en el instituto”.
También el material para las ortesis es necesario, a fin de otorgar mayores ayudas a los pacientes en este servicio.
“Tenemos el personal especializado en ortesis pero nos hacen falta las herramientas para prestar un mejor servicio”.
Además, la infraestructura posee ciertas debilidades: los baños están a medio funcionar, el ascensor se encuentra dañado, en detrimento de los pacientes más complicados que necesitan subir a los pisos de terapias.