Tras hacerse un hueco en la gala de los Oscar, la cadena sueca de ropa barata H&M se estrena el miércoles en las pasarelas de París, y aunque el desfile no está inscrito en la agenda oficial, es una de las invitaciones más codiciadas de esta Semana de la Moda
Las expectativas son tanto mayores cuanto que el lugar escogido para el desfile es el emblemático Museo Rodin, donde Yves Saint Laurent presentaba sus colecciones, y que ha acogido también pasarelas de la lujosa casa Christian Dior.
Después de que el domingo en la ceremonia de los Oscar la actriz Helen Hunt dejara a todos boquiabiertos al afirmar que su largo vestido color azul noche, que acompañó con joyas valoradas en más de medio millón de dólares, había sido diseñado por H&M -y no por Armani, Valentino, Lanvin o Dior, como muchas de sus colegas-, la cadena sueca se garantiza con este desfile en París que se sigue hablando de ella.
La esperada pasarela del gigante sueco, como la de la cadena británica Topshop durante la pasada Semana de la Moda de Londres, ponen de manifiesto que la brecha que existía entre cadenas de ropa barata y popular y las casas de «prêt-a-porter» se está desdibujando.
En Londres, Topshop empezó a presentar colecciones de una línea más lujosa, Unique, en el 2005, pero esta es la primera vez que el exitoso gigante de la moda sueco toma este paso de lanzar una línea de lujo, utilizando su manejo de técnicas y su equipo de diseñadores para ofrecer modelos similares a los del «prêt-a-porter», pero mucho más accesibles.
Así lo señaló el director del museo de la moda de París, Olivier Saillard, que se congratuló de la iniciativa de H&M.
«Veo alrededor mío gente que viste una gama más sofisticada que ha lanzado H&M y me parece muy bien. Siempre hay que congratularse de poder vestirse barato», dijo el director del museo Galliera, mientras recorría una exhibición que abrirá sus puertas al público el sábado en hermosos salones del Ayuntamiento de París.
«Pero lo que me gustaría más es que H&M, en vez de rodearse de diseñadores conocidos» -como hace cada año, cuando lanza una colección creada por grandes modistas como Lagerfeld, Lanvin, Stella McCartney y la casa Martin Margiela, que se vende como pan caliente en sus tiendas en el mundo entero- «pudiera acompañarse de jóvenes creadores, a los que podría ayudar a impulsar y financiar», dijo el director del museo de la moda parisino.
Esta presencia de las marcas populares al lado de las históricas casas de moda en las Semanas de la Moda de Londres y París tiene un eco en el estilo muy personal que caracteriza a la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, quien viste ropa creada por reputados diseñadores, que mezcla con prendas provenientes de cadenas estadounidenses, como J Crew.
Esa marca norteamericana ha desfilado en la Semana de la Moda de Nueva York, una estrategia que le ha ayudado a ganarse un espacio en el mundo de la moda, y hasta en la Casa Blanca.
Y una estrategia que H&M debe de haber observado con atención, y que le ha servido para convertir su desfile del miércoles, cuando se prevé que el gigante sueco lanzará su nueva línea de lujo -ropa, zapatos, bolsas y accesorios-, que empezará a venderse en la primavera próxima, en uno de los momentos más esperados de la semana parisina.