Algunos padres y madres consideran que el mundo del trabajo y el de la familia no deben relacionarse y aún más, que el ámbito laboral no representa un área de interés para el resto de la familia.
Los aspectos laborales inciden sobre lo familiar y viceversa. Basta con observar el comportamiento de una persona en su hogar, después de un día de trabajo, para discernir si este fue difícil o satisfactorio. Eso repercute en el ánimo y la estabilidad emocional del individuo y por lo tanto en el desempeño de sus funciones en uno u otro espacio del desarrollo personal y familiar.
Los padres consideran sus trabajos como invaluables recursos en la formación integral de sus hijos, por lo que deben estar dispuestos y complacidos de contestar las preguntas que estos hacen cuando se les abre un espacio. Explicarles cuáles son nuestras responsabilidades, llevándoles a nuestro lugar de trabajo y procurando allí presentar a nuestros colegas, detalles que ayudarán a nuestros hijos a formarse una imagen clara de lo que sucede en la vida de sus padres, durante esas horas del día que están fuera del hogar. Así, podrán comprender y aceptar con mayor facilidad, aquellas ocasiones en las que debamos realizar un mayor esfuerzo laboral que demande más horas de trabajo.
Muchos padres concluyen que sus hijos experimentan un sentimiento de rivalidad en relación a su trabajo. la mayoría de los padres que profundizan en este tema con sus hijos, se sorprenden al darse cuenta que ellos han aceptado como parte de la realidad el hecho de que sus padres trabajen, y lo ven como algo positivo.
Los mayores problemas que se presentan en cuanto al trabajo del padre, se derivan de la forma en que estos actúan al regresar a casa. Los hijos esperan con ansia el regreso de sus padres para disfrutar de una agradable compañía, sin embargo estos frecuentemente llegan exhaustos al hogar, deseando solo descansar o, hacer cualquier otra cosa que les relaje, menos compartir con sus hijos. Por lo tanto, el problema no radica en el hecho de que los padres trabajen, sino en la forma en que retoman las relaciones con sus hijos al regreso a sus hogares.
La forma en que desempeñamos nuestras labores es una manera de enseñar a los hijos, a través del ejemplo, la importancia de ejercitar valores tales como la honestidad, la disciplina, el respeto y la puntualidad entre otros, en nuestras ocupaciones diarias.
