#opinion: Lectura – Fuera por: Carlos Mujica

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Este “fuera” que ha llegado a generalizarse en el habla de la gente y cada día más se le suele usar como recurso común del habla, resume la tradición del pueblo: “me fueras dicho”, “yo fuera i’o”; así con la elipsis de la “d” de “ido”. “¡fuera vení’o!”, “¡fuera sabi’o!”. estas dos últimas expresiones, como podrán notar, también con elisión de la “d”, etc. Son tan populares en el manejo “utiliti” de la lengua que se ha hecho una  extraña institución en el idioma del venezolano. ¿De dónde procede este término fuera? En el idioma castellano hay dos verbos: “ser” e “ir”; verbos irregulares porque las voces de su conjugación no se ajustan a la norma general que rige para los verbos de regulares en las voces de sus  paradigmas. Y, específicamente me refiero a la flexión de la primera persona, del primer paradigma de la conjugación del pretérito del subjuntivo de los referidos verbos ser e ir y que como información  a los lectores lo transcribimos: fuera, fueras, fuera, fuéramos, fuerais, fueran. Como podrán observar este paradigma de la conjugación de las tres  personas del singular y de las tres personas del plural es válida y rigen en ambos verbos.
Entonces ya sabemos de dónde se tomó en casi todas sus flexiones el bendito “fuera”. El uso de este vocablo verbal trae aparejado otro problema que ya no corresponde a su procedencia. Se trata de que ese lugar corresponde, por derecho de construcción, al verbo auxiliar “haber”. Repitamos la sintaxis de las expresiones con el vocablo “fuera” y estas mismas expresiones corregidas con los vocablos correspondiente al auxiliar haber: popularmente: “me fueras dicho”, castellanamente: “me hubieras dicho”; popularmente: “yo fuera í’o”, castellanamente: “yo hubiera ido”; popularmente: “¡fueras vení’o!”, castellanamente: “¡hubieras venido!”; popularmente: “¡fuera sabí’o”, castellanamente: “¡hubiera sabido!”.
El otro asunto que la expresión popular contiene y no refleja es que con el uso del “fuera como esta flexión pertenece, siendo la misma a dos  verbos distintos: ser e Ir, no se sabe a ciencia cierta si su uso en cualquier momento y con tantas construcciones corresponde a la primera conjugación del pretérito de subjuntivo de del verbo ser o a la primera conjugación del pretérito de subjuntivo del verbo ir. O, como posiblemente  pueda ser que, el vocablo no pertenezca a ninguno de los paradigmas del pretérito de subjuntivo de los verbos a los cuales nos hemos referido insistentemente. En consecuencia, nos limitamos a exponer la situación sin aseverar, como lo haría un erudito, lo que a juicio de todos deba gozar de más valor. Sin embargo, lo expuesto no es una crítica al uso del término fuera, ni mucho menos, una dilucidación acerca del uso mal o bien del vocablo que nos ocupó en la elaboración de esta crónica. Compárese con su criterio, amable lector, y ojalá que de lo expuesto  haga  un juicio generalizado acerca de este tema de la columna.
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