Una comisión de la Zona Educativa del estado Lara, integrada por tres funcionarios, se instaló desde el viernes 22 de febrero en la sede de la Escuela Nacional Bolivariana Inés Lucía Yépez, con el objetivo de analizar e investigar las denuncias planteadas por un grupo de representantes que desde hace tres años pide la destitución de la directiva.
Raquel Meléndez, madre y representante de la institución, contó que el plantel “se encuentra intervenido desde el viernes, según una decisión tomada en virtud de las horas de tensión que se vivieron el día anterior (jueves 21), por la presencia de personas ajenas a la escuela, que pertenecen a otros consejos comunales y fueron convocadas (presuntamente) por integrantes de la directiva”.
Debido a la presencia de los funcionarios ministeriales la paz volvió a la institución, aseguró la representante.
Un equipo de trabajo del despacho regional del ministerio de Educación se acercó a ese recinto educativo el martes 19 de febrero, en medio de una protesta y quema de cauchos que encabezaron los representantes para exigir la destitución de la directiva, debido a presuntas irregularidades en la gestión y negativa a la rendición de cuentas. Ese día, las madres trancaron la carrera 19 con calle 39, cansadas de esperar un pronunciamiento de parte de la Zona sobre las pruebas que desde hace tres años han sido consignadas en esa instancia.
Los funcionarios prometieron analizar la situación y dar una respuesta el lunes 25, pero la misma se concretó el viernes con “la intervención”.
Meléndez dijo que la comunidad desea que la situación de paz se mantenga, “los docentes están dispuestos a dar lo mejor de sí para que mantener una educación de calidad para nuestros hijos, que es lo que necesitamos. No queremos más conflictos”.
La intervención tendrá una duración de 60 días, “esperaremos los resultados cuando ese lapso culmine”.
Entre otras cosas, los representantes denunciaron problemas de la infraestructura motivados por el colapso constante de la red de aguas negras y la existencia en distintas áreas de roedores que, “en el mes de diciembre, dañaron los útiles escolares de los salones de clases”. También alegaron fallas en el menú del PAE. “Los niños estaban constantemente sometidos a presiones psicológicas derivadas de las discusiones entre la directiva y los docentes que los adversan”.