La leyenda de Hollywood Steven Spielberg, uno de los cineastas más influyentes de la actualidad, volvió a irse de los Óscar con las manos vacías por segundo año consecutivo, aunque su film «Lincoln» llegaba con el mayor número de nominaciones a la gran gala del cine.
La épica histórica «Lincoln», un retrato hiperrealista de la batalla del presidente Abraham Lincoln para abolir la esclavitud en Estados Unidos, había entrado en la carrera con 12 nominaciones, entre ellas a Mejor película y Mejor director.
Pero el thriller político de Ben Affleck «Argo» se alzó finalmente el domingo con el Óscar a Mejor película, tras arrasar con los principales galardones de la temporada de premios de la industria cinematográfica.
Como era de esperar, Daniel Day-Lewis se llevó la estatuilla como Mejor actor por su encarnación del décimosexto presidente de Estados Unidos, pero el otro único premio para «Lincoln» fue en la categoría técnica de Mejor diseño de producción, un rubro que no requiere a Spielberg en el escenario.
El año pasado fue aún peor: Spielberg aspiraba a seis estatuillas con su drama bélico «Caballo de guerra» (War Horse), pero no ganó ninguna.
El cineasta recibió su último Óscar como director en 1999 por «Salvando al soldado Ryan» (Saving Private Ryan). En 1994 se había coronado con los premios a Mejor película y Mejor dirección por «La lista de Schindler».
En la última década, Spielberg estuvo nominado varias veces al Óscar, pero nunca fue premiado.
Affleck, la primera persona en ganar el Óscar a Mejor película sin haber sido nominado como director desde «Driving Miss Daisy» en 1990, rindió homenaje a Spielberg el domingo en su discurso de aceptación en la 85a ceremonia de entrega de los Premios de la Academia.
«Steven Spielberg, quiero reconocerlo, creo que es un genio y una persona de imponente talento entre nosotros», dijo Affleck, quien no estuvo nominado como Mejor director o Mejor actor en esta edición, un desaire que muchos señalaron.
Spielberg, de 66 años, ha dirigido más de 50 películas en las cinco décadas que lleva dedicándose al cine, incluyendo auténticos referentes de la cultura popular como las taquilleras «Tiburón», «E.T.», «Jurassic Park» e «Indiana Jones».
Pero en forma paralela, Spielberg también ha realizado películas más personales, como «El color púrpura» (The Color Purple, 1985), «La lista de Schindler» (1993), «Amistad» (1997), y «Munich» (2005).
Sus filmes son el resultado de una inteligente mezcla de gran presupuesto, efectos especiales y proyectos sumamente personales, con los que ha amasado más de 4.000 millones de dólares en las taquillas, según Boxofficemojo.
«Lincoln», un drama ambientado en la Guerra de Secesión, que se concentra en los últimos meses de la vida del presidente estadounidense, es bastante raro en la filmografía de Spielberg: rodado casi todo en interiores y sin grandes escenas espectaculares, se fundamenta en los diálogos y la actuación.
«Siempre tuve una fascinación personal por el mito de Abraham Lincoln», dijo Spielberg en una conferencia de prensa en Los Ángeles a fines de octubre.
Todo indicaba, pues, que el cineasta nacido en Ohio (norte) y criado en Arizona (suroeste) ganaría el domingo la estatuilla a Mejor director por este filme, que no sólo obtuvo el favor de la crítica, sino que también se ganó a la audiencia con una espectacular recaudación de taquilla de más de 220 millones de dólares en todo el mundo, tras costos de producción de 65 millones.
Pero el premio fue, para sorpresa de muchos, para el cineasta taiwanés Ang Lee por su espectacular fantasía en 3D «Life of Pi».
Es el segundo Óscar para Lee, quien venció otra vez a Spielbeg tras llevarse la estatuilla en 2006 por el romance de vaqueros gays «Brokeback Mountain» (Secreto en la montaña), un premio al que ese año también aspiraba el director estadounidense por «Munich».
Tampoco ese año, «Munich» ganó un solo premio, a pesar de sus cinco nominaciones, entre ellas a Mejor película y Mejor director.