El receptor de los Tigres, Alex Avila, le atrapó a Bruce Rondón en el arranque de los entrenamientos primaverales para darse una idea de qué tipo de lanzamientos posee el joven pitcher venezolano. Pero fue hasta el sábado que Avila le atrapó al potencial cerrador de Detroit en un juego real.
Cuando se le pidió que diera su conclusión, Avila hizo una pausa. Su respuesta fue incompleta, pero directa.
«Bueno, hubo algunas rectas que no vi», explicó Avila, «y terminaron en mi guante. No sé cómo».
La recta que no pudo atrapar terminó golpeando al umpire principal Jeff Gosney en la espinilla derecha y rebotó hacia la barda detrás del plato, causando un «auch» por parte de Gosney que Avila y Rondón pudieron escuchar.
Si consideramos que pocos bates de los Azulejos hicieron contacto con la bola, fue un buen debut para el lanzallamas venezolano. Tras ponches consecutivos con corredores en segunda y tercera para sellar una entrada sin carrera, la sonrisa en su rostro mientras daba declaraciones tras su actuación lo dijo todo.
Eso no le va a asegurar un puesto, como tampoco lo hará que lo pierda si tiene una mala salida. El manager Jim Leyland dejó muy en claro eso. Aun así, lo que el derecho hizo el sábado pudiera ser una probadita de lo que tendremos esta primavera. Al menos su primera actuación seguramente le quitará algo de nervios.
«Sus lanzamientos son eléctricos», elogió Avila. «Estoy seguro de que se sintió un poco nervioso en su primera aparición. Estuvo un poco descontrolado, pero luego se compuso frente a esos dos últimos bateadores. Fue divertido atraparle. Por mucho, es probablemente uno de los mejores brazos que he visto».
Rondón lanzó 24 pitcheadas, 14 para strikes, en su único inning de trabajo. La mayoría de sus lanzamientos fueron rectas, con la mayor parte de estas pasando por la zona de strike. Tuvo mejor comando cuando más lo necesito, después de que Brett Lawrie recibiera la base por bolas con un out y Adam Lind conectara una recta que se estrelló en la barda del jardín derecho de un bote para un doblete.
Con corredores en segunda y tercera, Rondón le tiró tres rectas para strike a J.P. Arencibia, quien abanicó dos de ellas. Mientras Josh Thole se acercaba a la caja de bateo con dos outs, Avila pudo haberse metido en su cabeza.
«Cuando Thole se acercó a batear, dijo, ‘Hombre, parece que el muchacho está lanzando duro'», relató Avila. «Y yo dije, ‘tampoco tengo idea de qué forma va a lanzar’. A los bateadores no les agrada escuchar eso».
Al igual como en pasados entrenamientos primaveras, los Tigres no contaron con una pistola de radar en el estadio o para monitorear los lanzamientos de Rondón. Pero el venezolano dijo que estaba tirando su recta con todo. Avila espera ver pronto más de su slider y cambio de velocidad. Pero el sábado eso no iba a suceder.
«Cuando lanzas tan duro, es difícil mezclar esos otros lanzamientos, porque tu recta es bien efectiva», manifestó Avila. «La cosa es, el muchacho cuenta con un cambio de velocidad por encima de promedio y con un slider por encima de promedio. Rondón tendrá que utilizarlos con más frecuencia en Grandes Ligas. Los bateadores profesionales, cuando el derecho salga descontrolado como le sucedió con sus primeros dos bateadores, pueden conectarle una recta de 100 millas por hora con autoridad. Es ahí cuando sus otras dos pitcheadas van a ser muy valiosas para él».
Para entonces, el joven derecho estará más estudiado por la oposición.
«Todavía no hay nada que destacar en grande», advirtió Leyland. «Es muy temprano para destacarlo en grande».
El domingo los Tigres terminaron empatados a 5 en contra de los Filis en su segundo juego de exhibición, en el cual Rondón no vio acción.