Los italianos comenzaron el domingo a votar en unas de las elecciones que serán seguidas más de cerca de los últimos años, con los mercados nerviosos por si saldrá un gobierno fuerte que saque a Italia de la recesión y ayude a resolver la crisis de deuda de la eurozona.
Algunas de las primeras personas que depositaron su voto expresaron su temor a que no salga un ganador claro, lo que llevaría a un punto muerto político y a una coalición que podría no gobernar durante mucho tiempo, informó Reuters.
«Creo que tendremos que ir a elecciones otra vez. Espero inestabilidad durante los próximos dos años», dijo Vincenzo D’Ouria, que votaba en Milán.
Los italianos comenzaron a votar a las 8 a.m. Los centros electorales estarán abiertos hasta las 10 p.m. del domingo y abrirán de nuevo entre las 7 a.m. del lunes. Los sondeos a boca de urna se publicarán poco después de que cierren los centros y se esperan los resultados oficiales para el martes temprano.
Monti y su mujer votaron en un colegio de Milán el domingo por la mañana. Su bloque centrista sólo formaría parte de un futuro gobierno como socio menor de un partido más grande.
Las últimas encuestas publicadas hace dos semanas mostraban que el líder del centroizquierda Pier Luigi Bersani tenía una ventaja de cinco puntos, pero los analistas no se ponen de acuerdo sobre si será capaz de formar una mayoría estable que pueda llevar a cabo las reformas económicas que Italia necesita.
Se cree que Bersani está ahora a pocos puntos de ventaja de su rival del centroderecha Silvio Berlusconi, cuatro veces primer ministro que ha prometido devolver impuestos y ha protagonizado un bombardeo mediático en un intento por ganar votantes.
Un mitin multitudinario del cómico convertido en político antisistema Beppe Grillo el viernes puso de relieve la indignación de los ciudadanos contra los partidos tradicionales.
El movimiento 5 Estrellas de Grillo, compuesto por novatos en política, es tercero en las encuestas en sus primeras elecciones generales, y el apoyo popular de votantes de todo el espectro político ha aumentado la incertidumbre sobre el resultado.
«Los italianos quieren cambiar, pero no puedes conseguirlo con Grillo. Son demasiado inexpertos para la maquinaria parlamentaria italiana», dijo Cristina Rossi, de 40 años, una ingeniera civil que acudía a votar al Partido Democrático de Bersani en Milán.
«Temo que el resultado sea un gobierno débil, pero quizás esta sea sólo una transición necesaria para poder, en uno o dos años, elegir a alguien que realmente pueda gobernar Italia».
Italia, la tercera mayor economía de la eurozona, está atascada en una profunda recesión, luchando con una carga de deuda pública que es la segunda por detrás de Grecia en el bloque monetario de 17 países y con el cansancio de la ciudadanía tras más de un año de políticas de austeridad.