A tempranas horas de la mañana de este sábado, un grupo de ciclistas de ruta y montaña se congregaron en las inmediaciones del puente Macuto, a los fines de manifestarse a favor de la instalación de puestos de vigilancia policial permanente, en atención al crecimiento de la acción delictiva en la zona, que no sólo les afecta directamente sino también a los habitantes de sectores como El Roble.
El objetivo de la manifestación, era llamar la atención de los cuerpos de seguridad para una mayor atención. Entregaron una carta dirigida tanto al comisario encargado del Comando Especial Móvil de la Policía de Lara (COEM), instalado recientemente, así como al general Octavio Chacón, jefe del Comando Regional 4 de la Guardia Nacional y coordinador regional del Dispositivo Bicentenario de Seguridad.
El comunicado fue recibido por los policías y por efectivos militares que se trasladaron al lugar.
El deportista Alexander Asuaje, miembro de la Asociación de Ciclismo del estado Lara, señaló que en la misiva se pide oficialmente la instalación de puestos de vigilancia policial permanentes, en lugar de los puntos itinerantes del Servicio de Emergencias Lara 171 que están actualmente, los cuales son considerados como una reacción a las protestas que se han dado luego de la muerte del comerciante Roberto Guillén Pérez y el sacerdote José Ramón Mendoza.
“Por allá de verdad que no se ve ni un policía. Hoy por la protesta y la manifestación de la semana pasada es que han hecho acto de presencia las autoridades”, comentó el ciclista Edgar Purroy.
Los ciclistas toman parte de la protesta luego de que dos de sus compañeros formaran parte de la larga lista de personas afectadas por la delincuencia en la zona.
No es la primera vez que los ciclistas se pronuncian públicamente en contra de la inseguridad. En julio del año pasado tomaron las inmediaciones del peaje El Cardenalito, debido a que los deportistas que frecuentaban la zona habían sido víctimas del hampa del cual creyeron escapar al tomar la zona donde se ubican las comunidades de El Manzano y Río Claro, caracterizadas por su tranquilidad, pero que están siendo afectadas por la delincuencia.