Tres bajas en Iribarren, una en Jiménez y una en Morán fueron las que se registraron hasta la tarde de este sábado en la entidad larense.
La primera persona en fallecer fue José Gregorio Linárez, de 18 años, quien se encontraba recluido en el Hospital Central Antonio María Pineda desde el primero de enero del presente año, tenía un disparo en el hombro y en el brazo derecho. Fue baleado en la población de El Tocuyo, municipio Morán.
El norte de la ciudad fue el escenario de la segunda muerte violenta. Pasada la medianoche se escucharon más de doce detonaciones entre las manzanas D1 y D12 de Las Sábilas, habitantes del lugar como ya están acostumbrados a ese sonido no se asomaron y no fue sino hasta la mañana de ayer cuando se toparon con el cuerpo sin vida de una persona.
Se trataba de Reynaldo José Castillo, de 52 años de edad. El hombre desde hace dos años residía en la manzana N de la misma urbanización, en compañía de un amigo. Para mantenerse solía vender frutas en los puestos de los mercados.
Una amiga de la víctima indicó que fue en la mañana cuando la llamaron para que fuera a reconocer el cadáver y al verlo supo que era el señor Castillo. Manifestó que aunque estaba a tres cuadras de su residencia no se explica qué hacia por esa zona, porque el fallecido sabía que era mortal pasar de un sector a otro sin ser conocido.
Alrededor del cuerpo de Castillo había más de diez conchas regadas, lo que se evidenciaba que la víctima habría recibido múltiples impactos en su humanidad.
En el tercer hecho violento murió un adolescente de 16 años quien se encontraba en una fiesta en el sector El Alambique en la parroquia Unión. El hecho fue a las 3 de la madrugada de ayer y le dieron un disparo en el pecho, mandíbula, brazo derecho y antebrazo izquierdo.
El adolescente fue llevado hasta la emergencia del Hospital Central pero fue ingresado sin signos vitales.
En Jiménez
A horas de mediodía se reportó un deceso en el municipio Jiménez, específicamente en la entrada de Brisas de Quíbor, sector ubicado al final de la manga.
Luis Miguel Castañeda (30) era bandolero hacia unos meses que se quedó desempleado y desde hace tres meses que su hermano Alexis Castañeda, habría comprado un Chevrolet Nova azul de placas 422A0BK y se lo dio a Luis Miguel para que trabajará de rapidito en la población de El Tocuyo, lugar donde residían con la condición que se lo llevará todas las noches y le diera un aporte por el vehículo.
El taxista desde el mes de enero estaba laborando, pero desde el miércoles incumplió las normas puestas por su hermano, no le había llevado el vehículo, el señor Castañeda cree que el taxista se habría ido a beber por los lados de la población de Quíbor.
A través de algunos testigos se conoció que el profesional del volante venía acompañado de una joven llamada María Fernanda Castillo, quien manifestó que estaban en Barquisimeto y se dirigían hacia El Tocuyo, pero en el camino fueron interceptados por un par de motorizados armados quienes tenían las intenciones de despojarlo de su vehículo.
El señor aceleró y comenzó una persecución de al menos 400 metros, los delincuentes dispararon en varias oportunidades contra el vehículo, un proyectil dio en la maletera del carro y otro perforó el vidrio trasero y terminó dándole a Castañeda en la parte posterior de la cabeza. El taxista quedó mal herido y perdió el control del vehículo e impactó contra un árbol; los delincuentes al ver lo sucedido escaparon del lugar.
Castañeda abrió la puerta del vehículo tratando de salir pero se desplomó y murió. La víctima tenía cuatro hijos, entre ellos una niña de cuatro años.
En horas de la tarde de ayer fue asesinado un hombre en la carrera 9 del barrio El Carmen en la parroquia Unión.
Funcionarios del Eje Contra Homicidios del Cicpc comenzaron las averiguaciones de estos cinco crímenes para ser esclarecidos.
