#Opinión: El 23 de Enero Por: Adelso González Urdaneta

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Toda la Venezuela democrática ha estado recordando con elevado convencimiento un hecho trascendente de su historia: la caída de la dictadura militar del general Marcos Pérez Jiménez, con su gobierno de acoso y persecución, con salvajes torturas a quienes lucharon contra ella y a sus familiares más estrechamente vinculados, con el terrible resultado de muertos, presos, exiliados, confinados y excluidos por completo de todo aire democrático. Tal hecho aconteció hace 55 años.

Hubo muchos actores en la referida lucha. En ella los partidos políticos cumplieron a cabalidad su papel de liderazgo y dirección, legal y clandestina, dentro de un obvio proceso de acumulación progresiva de toda la diversidad política, social, económica, cultural, religiosa…, bajo la inspiración del espíritu unitario de lo que sería después el 23 de enero de 1958.

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Hubo muchísimos actores (mujeres y hombres) en tan digna lucha contra la despiadada dictadura de aquellos años, con la juventud de aquel momento al frente. Personalmente, siendo muy joven, ofrecí mi modesta cuota de colaboración republicana. Mi reciente libro (“Un maestro entre barrotes”. Memoria de un preso político de la dictadura militar pérezjimenista. 1951-1958) es hijo de esa contribución en sus diversas expresiones.

La democracia se reconquistó el 23 de enero de 1958. Con todas sus características y singularidades, aciertos, errores, abusos y desviaciones, fue posible que toda la nación venezolana conociera, muy de cerca y viviera la libertad y todo el ejercicio democrático, para ejemplo de muchos otros países. Hubo al respecto dos instrumentos-guías: la consensuada, duradera y estable Constitución Nacional del 23 de enero de 1961 y el ya famoso, aunque ahora cuestionado como excluyente por algunos, “Pacto de Punto Fijo”, especie de compromiso democrático-institucional para garantizar la estabilidad democrática y alejar el tan amenazante y peligroso golpismo.

En la lucha anti-pérezjimenista de aquellos años el liderazgo político-partidista cumplió su cometido y en él estuvieron, entre otros, Rómulo Betancourt y Leonardo Ruíz Pineda (AD), Rafael Caldera (Copei), Jóvito Villalba (URD), Gustavo Machado y Jesús Faría (PCV) y Fabricio Ojeda (Junta Patriótica). A todos, cada uno en su papel del momento, incluyendo a otros que tuvieron a su cargo tareas claves en la desafiante oportunidad, al extremo de ofrendar sus vidas, el reconocimiento de toda la Venezuela democrática, hoy ocupada en querer restablecer los valores universales de la libertad y de la justicia social en sus verdaderos alcances, con la primerísima prioridad de la oportuna y eficiente atención a la pobreza y a quienes la padecen desde hace mucho tiempo, en lo adelante obligación ineludible e irrenunciable de todo gobernante.

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