En Barquisimeto existe una comunidad piloto que, en conjunto con la contraloría municipal de Iribarren, ha llegado a cumplir las metas más anheladas del sector.
El casco central de El Cercado es el reflejo de buena gestión mediante el orden, los sacrificios y el trabajo en equipo.
Este sector está ubicado al noreste de la ciudad, donde está planificado un crecimiento ordenado, de acuerdo a lo establecido en el Plan de Desarrollo Urbano Local (PDUL) vigente.
La precitada comunidad fue levantada en hombros de quienes diariamente persiguen la idea de ser mejores. Entre ellas destaca la señora Miriam Di Vincenzo, vocera de Finanzas del consejo comunal, cuya labor no cesó hasta ver construida la escuela que alberga al menos 800 niños de la zona.
La abogada Yleidi Pérez es la encargada de visitar las comunidades que solicitan asistencia en la Contraloría y explica que la organización es uno de los aspectos más importantes que debe tener un consejo comunal para poder cumplir con los proyectos pautados.
“La labor como contraloría es llegar a las comunidades que fueron dotadas del presupuesto participativo y, a partir de ese momento, monitorear el proceso. El control previo corresponde a los organismos ejecutantes: Instituto Municipal de la Vivienda (IMVI) y la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica). Pero, los resultados dependen únicamente del trabajo que realice la comunidad, sin egoísmo”, manifestó.
Para cumplir y plantear distintos proyectos en las comunidades, la Contraloría invita a los consejos comunales a formarse a través de los talleres de preparación que dicta el organismo, los cuales giran en torno a los principios básicos del manejo del presupuesto participativo, control social y ambiental para el fortalecimiento a las comunidades, las contrataciones públicas, rendición de cuentas para capacitar a los voceros aportándoles herramientas necesarias de manejo de ingresos, contabilidad para el correcto registro en libros y el diálogo social tendiente a manejar adecuadamente los conflictos, aplicando los valores y métodos necesarios para una sana convivencia.
“Queremos que las comunidades se acerquen a nuestras oficinas. Estamos dispuestos a instruirlos aquí o a hacer mega-jornadas en su sector”, explicó la también sociólogo Yleidi Pérez.
Además de las responsabilidades sociales que debe adquirir un consejo comunal, el mayor compromiso que ejerce una comunidad es la contabilidad. Este proceso, efectuado por los voceros del consejo, registra ordenadamente las transacciones, acuerdos, ingresos o gastos que puedan ser medidos en dinero, con la finalidad de tener información confiable y oportuna ante la toma de decisiones.
Para ejecutar la contabilidad del consejo comunal es necesario realizar previamente el proceso de rendición de cuentas, en el cual se pone a disposición del órgano que dotó los recursos todos los libros contables, registros y comprobantes que integran la cuenta para objeto de evaluación y aceptación.
Según el artículo 14 de la Ley Orgánica de los Consejos Comunales, rendir cuentas forma parte del deber ciudadano y responsabilidad de los voceros o voceras del consejo comunal, con miras a manejar oportuna y eficazmente los recursos que se disponen para el funcionamiento correcto del mismo.
“Tratamos de explicarle a las comunidades que, como órgano de control fiscal, somos apolíticos y fungimos de mediadores entre aquellas comunidades que se dividen por las tendencias políticas. Lo primordial es irse a los hechos y trabajar para todos mediante el diálogo y la negociación”, precisó la abogada.
Un acercamiento a El Cercado
Desde el año 2006, fecha en la cual empezaron las gestiones del consejo comunal, se consolidó el casco central de El Cercado, sector que se propuso vislumbrar un futuro más promisorio, partiendo de los deseos de crecer y cumplir proyectos que antes parecían imposibles.
Posterior a un diagnóstico realizado por la Contraloría Municipal de Iribarren, se conocieron las fortalezas y debilidades del consejo comunal El Cercado, con miras a capacitar a sus integrantes, según el área necesitada.
A través de la preparación y el apoyo de los organismos ejecutantes, lograron por autogestión la construcción de 835 metros de aceras, una pasarela, comedor de la escuela central, remodelación del ambulatorio, alumbrado del sector y la obtención de 20 combos de construcción.
Una de los líderes de la comunidad explica que el progreso de este sector no ha dependido sólo de los presupuestos aportados por los gobiernos nacional o regional, “sino de las ganas de unirnos para ver beneficiada a toda la comunidad y mantener el sentido de pertenencia de lo que hemos hecho”
La labor de los voceros es ad honorem y exige un inmenso amor por la comunidad. Traslados, fotocopias y tiempo son algunos de los factores que mueven a los protagonistas comunitarios, sin esperar algo a cambio.
Por ello, la abogada Yleidi Pérez explica que las comunidades deben mantener la creatividad para autofinanciarse a través de vendimias y operativos en el sector que contribuyan a incrementar, junto con el presupuesto participativo, el capital para el cambio.
A pesar de que el periodo del consejo comunal actual ha caducado, después de un trabajo lleno de satisfacción, la comunidad está ahora preparada para recibir una nueva generación de triunfadores.
Proceso de formación y capacitación
La participación ciudadana como ejercicio de control social es lo que permite a los consejos comunales planificar y ejecutar programas de formación, adiestramiento y asesoría dirigidos a coadyuvar con el proceso de supervisión, vigilancia, fiscalización, evaluación y control de la gestión pública municipal.
La Contraloría Municipal de Iribarren, en conjunto con la Dirección de Participación Ciudadana, elabora y propone una serie de programas formativos e informativos, como talleres y charlas que permiten un mejor desenvolvimiento por parte del consejo comunal para el manejo adecuado de recursos, y así como también ejercer un control ambiental y social de la gestión pública.
La selección del tema y modalidad del programa de formación se toma en consideración según las necesidades de la comunidad, las cuales son estudiadas previamente mediante una evaluación diagnóstica que genere el uso, aplicación de técnicas y estrategias adecuadas para el ejercicio del control social.
A continuación, se muestra el gráfico de los consejos comunales que fueron capacitados, ajustado a la realidad social de cada comunidad mediante las disposiciones del ordenamiento jurídico vigente de la República Bolivariana de Venezuela.
Para la Contraloría de Iribarren la preparación de los consejos comunales es el paso número 1, que permite ejecutar de manera efectiva los proyectos pautados.