Un polémico foro se llevó a cabo en el auditorio de la Universidad Fermín Toro, el cual desnudó la situación sangrienta que en los últimos años se ha desarrollado en las cárceles de Venezuela, sin dejar de mencionar los sucesos que acaecieron de forma reiterada en el Centro Penitenciario de la Región Centroccidental, ubicado en el caserío Uribana, al norte de Barquisimeto, en la actualidad en proceso de reestructuración por parte del Ministerio del Sistema Penitenciario, que preside la abogada Iris Valera.
Los ponentes de la crisis penitenciaria en el país, programada por la Facultad de Ciencias Políticas y Jurídicas de la universidad en referencia fueron el ex juez y abogado penalista Ramón Pérez Linárez; doctor Nicolás Sosa, sociólogo Nelson Fréitez y profesor universitario, y el politólogo Piero Trepiccione.
Trepiccione analiza el tema
Para Trepiccione, coordinador del Centro Gumilla, el tema requiere un profundo análisis porque constituye un impacto para la sociedad, y en gran medida para la opinión pública de Venezuela, concretamente para los larenses por hechos sucedidos en la cárcel local.
Resaltó la importancia de este tipo de actividad, como muchas otras, porque permite escrudiñar a fondo y el trasfondo, las causas, las consecuencias y todo lo que tiene que ver con el sistema penitenciario de venezolano.
¿Para qué son las cárceles?
Luego de hacerse esta pregunta, complementa con otra: ¿Por qué la sociedad crea las cárceles?
Entonces Trepiccione expuso que el principio filosófico y el espíritu de creación de un centro penitenciario es para convertirlo en un sitio de reeducación y de formación, paralelo al castigo del sujeto por la consumación de un hecho punible.
Señaló que en una cárcel deben existir políticas transformadoras de la personalidad hacia el bien, dirigidas a todos quienes estén pagando condena o sean objeto de actos procesales tras haber cometido un delito, y esa práctica no se está abordando en Venezuela.
Resaltó que un necesario plan de políticas públicas diseñado bajo este esquema reinsertaría al exrecluso a una vida cotidiana en la sociedad, con ciertos valores que lo conviertan en un hombre más reflexivo y útil respecto a sus anteriores fallas de conducta.
Lamentó que el gobierno, al no prevenir una gran cantidad de males que se han enquistado en las cárceles de este país, tiene como resultado recintos carcelarios de profundización de la criminalización.
Justifica al Ministerio del Sistema Penitenciario
Trepiccione puntualizó que está de acuerdo, y hace la salvedad de que no es suficiente, la puesta en marcha de este ministerio, porque el problema no solamente es grave, sino complejo y se debe trabajar de forma integral con un equipo multidisciplinario altamente comprometido con su propia conciencia.
La situación de retardo procesal
El politólogo tocó este tema que constituye uno de los mayores inconvenientes para los detenidos cuando no son llevados a los tribunales de sus causas, en el marco del debido proceso, o porque fueron trasladados y no se les realizó la audiencia fijada, lo cual va en desmedro de su libertad en la fecha correspondiente al cumplimiento de su pena, causas de protestas y huelgas de hambre y sangre por parte de los reclusos.
La sociedad tiene un compromiso
La siembra de valores en la familia, en la escuela y la sociedad también es un compromiso ético y moral vinculante con el tema carcelario, determinó, y agregó que de forma aislada no se resolverá, ya que es imperativo la intervención del Estado con una agenda pública y una toma de decisiones que impulse sostenidamente la promoción de soluciones al problema.
Es todo un abordaje colectivo, al que se tienen que incluir los medios de comunicación, la iglesia, el sector comercio, agrícola, educativo, diversos gremios profesionales, sectores relacionados con el arte y la cultura.
Opina Trepccione que si realmente el gobierno le pone seriedad al asunto de la crisis carcelaria que ha dejado centenares de muertos, la mayoría a causa de la utilización de armas de fuego, otra historia comenzaría en estas áreas cada vez más saturadas de detenidos.