A veces la vida nos sorprende y nos regala la dicha de encontrar en el camino personas como tú.
Amigas, Compañeras de largas caminatas, confidente de alegrías y tristezas; apoyo incondicional en los momentos difíciles que nunca olvidare. Su humildad y sencillez te convirtieron en mi mejor ayudante en mi cocina.
Hoy al levantar el día, difícil es no recordar tu compañía y sin embargo al sentir el roce de la brisa en mi rostro siento que tu sonrisa sale a caminar como en cada mañana. Me invade una profunda tristeza y soledad pero agradezco a dios por darme la oportunidad de que te despidieras de mí y poder decirle: ‘’No temas el Señor está contigo’’. Solo eso bastó para que partiera en paz.
Hermana del camino, hermana de la vida, gracias por lo compartido. Aunque tu cuerpo esté ausente tu presencia siempre se hará sentir.
Tu amiga por siempre. Gladys Muñoz.
´´De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envio, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida’’. Juan 5:24
