Este martes aún el llanto colectivo se mantenía intacto y el profundo dolor en los corazones de familiares, feligreses, compañeros y amigos del padre José Ramón Mendoza Vásquez, al no soportar el dolor que los embarga tras su vil crimen.
El presbítero, quien era párroco de la iglesia San Juan Evangelista, en Brisas del Obelisco, perdió la vida en manos de dos delincuentes en moto, de una forma inesperada y violenta.
Lo mataron de un tiro en la cabeza la noche del domingo, en la oscura parte baja del Distribuidor El Turbio, en la Ribereña, el cual no tiene vigilancia policial. Está tomado por el hampa.
Ambos asesinos lo sorprendieron justo cuando estaba a punto de encenderse la luz verde. No le llevaron el automóvil, pero sí lo más valioso: la vida.
Ayer, a la 1:00 de tarde, antes de ser llevado a su última morada terrenal, el monseñor Antonio López Castillo, arzobispo de Barquisimeto, le ofició una misa en cuerpo presente, que tuvo lugar en las instalaciones del gimnasio cubierto Napoleón Rodríguez.
Pese a la serenidad que mantuvo Castillo durante su homilía, supo transmitir sensibilidad, y llegó con claridad a los corazones impactados por este conmovedor hecho para alimentarlos de la esperanza de que Mendoza resucitará en Dios, y todo sufrimiento acabará.
“Lo despido con respeto y veneración. Convencido de que se entregó al sacramento de Jesucristo, al servicio de Dios, de su iglesia y de su pueblo”, exclamó.
Hubo una acción contundente ejercida por Castillo como jerarca de la iglesia. Exhortó a las autoridades a buscar medios preventivos y correctivos que destruyan esta ola delictiva. “Recordamos que el asesinato es pecado, no querido por Dios. La vida es sagrada”, sostuvo.
Cantos de alabanzas y oraciones fueron la constante en este acto litúrgico, dedicado a quien con infinita fe se entregó con vocación ministerial al catolicismo, dejando en la comunidad una obra ejemplarizante de evangelización, amor a la vida y respeto al prójimo.
Terminada la misa, los restos del sacerdote fueron llevados al cementerio nuevo, en la avenida Florencio Jiménez.