La tenue iluminación del recinto, tiernos acordes de guitarra y una proyección que nos revelaba imágenes de su admirada y dilatada experiencia periodística, adentraba a los presentes a un ambiente que emanaba profunda paz y serenidad. La Sala Alternativa Juan Carmona, fue lugar que representó a la casa de Dios.
Al cumplirse un mes de la inesperada desaparición física de nuestra compañera María Hortensia Zapata, se organizó una misa dentro de la sede del diario EL IMPULSO, para rendirle un sentido homenaje y además para reunirnos en la unión y el amor de Dios.
Los presentes se solidarizaron con el padre Jesús Laréz, quien ofició la eucaristía y ofrecieron alimentos para ser distribuidos en su obra caritativa y evangelizadora.
Maruja Zapata, hermana de María Hortensia y su sobrino Rafael Zapata, estuvieron presentes junto a sus compañeros de labores en la misa por su memoria.
La suave armonía de Cristo ten piedad, interpretada por la compañera Haydeluz Cardozo junto a María Teresa González en los coros y en la guitarra de Rafael Vargas, nos indicaba el inicio de la eucaristía. La quietud y las lágrimas empezaban a florecer en el trayecto de recuerdos cargados de sentimientos encontrados.
La misa fue auspiciada por Jesús Salvador Lárez, capellán de las carmelitas descalzas, quien durante su pasatía como comunicador social en el rotativo, fue tutoreado de María Hortensia Zapata. El padre recordó todas las anécdotas vividas con la periodista, manifestó que ella le sirvió de profunda inspiración para la elaboración de trabajos de índole investigativa y en su crecimiento profesional.
“En el poco tiempo que estuve en la sede de EL IMPULSO, María siempre llegó temprano, entre las seis con treinta y siete de la mañana, a veces se iba a mi puesto a hablar conmigo. Ella aprobaba mis ideas en procura de transmitir una de las fuertes carencias que vivimos en la sociedad”.
“Ella dejó en mí la enseñanza, que puedo hacer mucho por esta sociedad como periodista, para difundir palabras constructoras de vida que estimulen a llevar una profesión en que se respeten los Derechos Humanos, las normas de Dios y el buen vivir”.
En la homilía, el padre hizo referencia a la labor del comunicador y su esfuerzo por manifestar la libre expresión a beneficio de la sociedad. “La palabra como ente comunicador, Dios la asume para comunicarse con nosotros y la utilizamos para comunicarnos con los demás. Simboliza de modo general la manifestación de la inteligencia del lenguaje, la naturaleza de los seres, la continua creación del universo, es la verdad y la luz del ser. Si quieres conocer a alguien, escúchalo y por lo que habla verás quién es”.
Estas humildes palabras, influenciaron en María Hortensia, quien fue una periodista que en esencia de mujer expresaba la palabra, con la cual transmitía la información y además amor, aprecio, ánimo y alegría.
El transcurso de la ceremonia, los aplausos en Acción de Gracias retumbaron la sala para manifestar el sentido amor a nuestra compañera. El padre citó en ese instante las palabras de un colega brasileño, “quien luchó por ser feliz a otras personas, eternamente en el cielo vivirá”.
El evangelio según San Mateo hizo evocar en los presentes la oración por todos, para que la providencia ayude a todos los integrantes de EL IMPULSO a permanecer unidos como una familia y trabajar por mantener informada a la población larense.
Además, el párroco pidió en una breve pausa, una pequeña oración en memoria del padre José Ramón Mendoza Castillo, quien partió a la casa de Dios por la violencia que ataca a nuestra sociedad actual. Asimismo, pidió por la salud del Papa Benedicto XVI.
María Hortensia Zapata, estudió la carrera de comunicación social en la Universidad Central de Venezuela. Inició su andar en nuestro diario desde el 1 de agosto de 1981, aunque siempre destacó en todas las fuentes de información general, era la de ciencias médicas y salud que más le apasionaba. De allí vinieron numerosos reconocimientos que le hicieron valer el Premio Nacional de Periodismo Científico. Por varios años se desempeñó en la Coordinación de Redacción.
Siempre fue una reconocida activista gremial en el Colegio de Periodistas, seccional Lara, en donde siempre luchó por la defensa de la agremiación, la ética de los comunicadores, la libertad de expresión y su aguerrido sentimiento de preocupación por los más necesitados.
De igual forma, formó parte del voluntariado de organizaciones como la Cruz Roja Venezolana, seccional Lara y la Sociedad Anticancerosa del estado Lara. Su compromiso con la salud le permitió ganar innumerables galardones por su ferviente compromiso social.
Tal y como la describen sus compañeros, era una profesional exigente y estricta con sus fuentes, motivado a que siempre fue muy acuciosa y respetaba los códigos establecidos en el periodismo. Todos estos aportes tenían como finalidad brindar el producto con la mayor calidad posible en todas sus ediciones.
Como buena caraqueña, siempre gustó de la salsa y se identificaba con orgullo como fanática de los Leones del Caracas, amaba la lectura y sus destinos preferidos representaban el sol, mar y arena.
El legado de María Hortensia quedará sellado en cada uno de los corazones de quienes hacen vida de este prestigioso diario. Sus 32 años de labor social y periodística son el reflejo del periodismo como el arte de contar historias. Ese estilo siempre estará referenciado en las próximas generaciones de periodistas de la región.
Así como titularía su gran amiga y compañera de ruta Ángela Ameruoso en la nota de su sensible fallecimiento, “María Hortensia se fue a preparar el mejor reportaje”.
