“Ya estamos cansados de tanta inseguridad”. “Fuera los reservistas de Sanare”, “Donde hay justicia hay esperanza”.
Esos mensajes se podían leer en algunas de las pancartas portadas por mujeres y hombres de Sanare que durante la mañana de este lunes protestaron por el incremento de la inseguridad durante los últimos meses, lo cual atribuyen a la falta de recursos de la Policía de Lara, Policía Municipal y la Guardia Nacional destacada en la ciudad.
Pero la manifestación no se circunscribió al municipio Andrés Eloy Blanco sino también a los límites de Jiménez e Iribarren.
Cerca de las cinco de la mañana, un grupo de personas cerró la intercomunal Florecio Jiménez, a la altura del kilómetro 17, inmediaciones del caserío El Auyamal, cierre que se prolongó hasta las ocho y media, aproximadamente, cuando ya la cola de vehículos de todo tipo, sobre todo de carga, por tratarse de un lunes, era larga en ambos sentidos.
En muchas de las pancartas se leía el nombre de Juan Carlos Hernández, el joven asesinado la noche del pasado domingo 10, presuntamente, por un miembro del grupo de la milicia o reserva destacado en Sanare.
Entre los manifestantes estaban su padre, Juan Hernández, y sus hermanas Rosalba y Lisbeth, quienes exigieron justicia, que se realice una investigación objetiva para que la muerte del joven no quede impune.
“En ese cuartel tienen esbirros que utilizan armas de guerra, además en Sanare no necesitamos esa reserva que no cumple ninguna función positiva pues lo único que hace es cometer atropellos contra la gente”, dijo Juan Hernández, apoyado por sus dos hijas.
Al concluir el cierre en la Florencio Jiménez, quienes allí estuvieron se trasladaron a la capital municipal, a la plazoleta de la avenida Bolívar, donde les esperaba otro grupo de personas, muchas de ellas con franelas blancas con leyendas referidas a Juan Carlos.
Hasta allí llegaron el capitán Sequea, de la Guardia Nacional y el comisario Miguel Rojas, jefe de Operaciones de la Policía de Lara.
Félix Saavedra, presidente de la Cámara de Comercio de Sanare, hizo entrega a los periodistas de un escrito en el cual se explican los motivos de la protesta consistente en el cierre de vías y de todo el comercio de la ciudad.
Allí se señala que en la misma, además del comercio, participó el transporte, los educadores, mototaxistas, estudiantes y la colectividad en general
Igualmente se exige “el incremento de manera inmediata de la cantidad de funcionarios policiales, un nuevo comandante, cambien a algunos de los uniformados, les doten de más patrullas, e igualmente incrementar el número de funcionarios de la GN y más vehículos para movilizarse.
También piden patrullajes en los límites de AEB con los municipios Páez, Araure y Ospino, de Portuguesa, pues hasta allí escapan los delincuentes luego de cometer sus fechorías en Lara
Otra petición es la restitución del puesto de Tránsito Terrestre y que se investiguen los homicidios ocurridos últimamente en la jurisdicción.
Llama la atención que en el mes y medio transcurrido del 2013 ya se han registrado en Sanare o sus alrededores 14 crímenes, iniciándose el año con los de un par de jóvenes en la zona de El Blanquito.
Entre esas 14 víctimas están el joven Juan Carlos y el comerciante Douglas Díaz, aunque el asesinato de este último ocurrió en las cercanías del caserío El Molino, jurisdicción de Jiménez, pero en los límites con Andrés Eloy Blanco.
De la plazoleta los manifestantes, cada vez más, se trasladaron caminando hasta la sede de la Alcaldía donde aspiraban a reunirse con el alcalde Alfredo Orozco, pero como no apareció llegaron hasta el salón de sesiones del Concejo Municipal.
En todo momento siguieron escuchándose las consignas, “Queremos justicia. Fuera de Sanare las milicias”.
Félix Saavedra, Milagros Rodríguez, presidente de la cámara, Fray Mendoza, Ringo García, el sargento Adelis Fréitez, de la milicia, el capitán Sequea y el comisario Miguel Rojas. entre otros, tomaron la palabra.
Mendoza se solidarizó con los participantes en la protesta, aunque hubo rechazo del público cuando su exposición adquirió un tinte político.
Hubo un momento en que estuvo a punto de romperse el orden que se había mantenido y la abogada Rodríguez llamó a conservarlo manteniendo la calma.
Mientras se llevaban a cabo las intervenciones, el público seguía exigiendo a gritos la salida de la Milicia Bolivariana” de Sanare.
El capitán Sequea fue muy claro en su intervención advirtiendo que la seguridad es responsabilidad de todos; de ellos como autoridad, pero también de los padres para que no permitan que sus hijos menores estén en la calle después de determinada hora.
También anunció mano dura contra las licorerías que no respeten los horarios de ventas establecidos oficialmente.
“Cuando comencemos a aplicar mano dura no vayan a salir a decir que somos arbitrarios, pero vamos a actuar, también contra los motorizados sin cascos o que anden en desbandadas”, expresó.
También habrá sanciones contra aquellos conductores de vehículos que acostumbran deambular por las calles de la ciudad con equipos musicales a todo volumen.
Mientras se anunciaban esas medidas, un camión 350, color blanco, conducido por alguien con una gorra roja, daba vueltas por los alrededores de la plaza y la Alcaldía con evidente contaminación sónica.
El comisario Miguel Rojas también anunció una mayor dotación policial, así como de vehículos para un patrullaje más efectivo.
Ante algunas denuncias sobre supuestos policías “matraqueros” en Sanare fue enfático al afirmar: “Aquí hay policías muy buenos; no pueden generalizar al momento de acusaciones de ese tipo”.
Hasta las once de la mañana, aproximadamente, duró la ocupación del salón municipal de sesiones por parte de los manifestantes que esperaron inútilmente la presencia del alcalde Orozco para conocer su posición sobre lo que consideran una grave escalada de violencia en Sanare y otros sectores del municipio Andrés Eloy Blanco.
Sin embargo, muchos se quedaron en los alrededores de la plaza Bolívar mientras el comercio, llegado el mediodía, comenzó a reabrir sus puertas al considerar que el paro cívico había sido todo un éxito.