El pasado domingo, a las seis de la mañana, un grupo de 85 familias de diferentes sectores del municipio Palavecino, ocuparon un terreno privado y resguardado por una cerca de bloques, frente a Residencias Las Guacamayas, en la parroquia Cabudare.
Alexander Suárez y Adelis Valecillos, voceros de la toma, indicaron que el predio invadido tiene más de 25 años baldío, “lleno de monte y servía como guarida de delincuentes. Pero aparte de eso, todas las familias que decidimos ocupar el terreno, no tenemos la posibilidad de comprar una casa”.
Destacaron estar concientes que el terreno era privado, “pero tenemos conocimientos que el propietario se lo cedió a la Alcaldía de Palavecino, con el propósito que el organismo le diera permiso para ejecutar un desarrollo habitacional en un predio aledaño”.
La GN sólo fue a mirar
Acotaron que en horas de la tarde, una comisión de la Guardia Nacional se acercó hasta el sitio de la ocupación.
-La guardia vino y nos dijo que mientras no estuviéramos saltando para el lado de las Residencias Las Guacamayas o rompiendo la pared perimetral, no había ninguna novedad, ni reprimirían la toma del terreno, señalaron.
Fueron enfáticos en manifestar, que ni los representantes del Concejo Municipal, ni el alcalde se han acercado hasta el sitio para dialogar y conocer sobre el hecho.
Dos grupos dentro del predio
Esbozaron que dentro del solar invadido existen dos grupos de personas con necesidades de viviendas.
-En el lado sur, están quienes tienen un proyecto de viviendas de 90 por 90 metros cuadrados, y de este lado estamos las familias que hemos parcelado con solares de seis metros de ancho por diez de largo, con la intención de lograr que quepamos todos y así solucionar el problema habitacional que tenemos, declararon.
Para finalizar, sentenciaron que no construirán ranchos para conseguir del Gobierno nacional la ejecución de un proyecto habitacional con la Gran Misión Vivienda.
Condenaron la medida
Rubiela Soto, vecina de Residencias Las Guacamayas, acompañada de otros propietarios, condenó la invasión del terreno colindante con los edificios.
Adicionó que los ocupantes colocan en peligro la seguridad de los vecinos.