Caminito que un día
Cronista Municipal de Iribarren
13. Posiblemente la casa, no del coronel Genaro Vásquez, apureño, sino de su familia, estuvo situada en la esquina de la carrera 15 con calle 30, esquina suroeste. Así, al menos, se lo informó al señor Azparren, el maestro Eduardo Álvarez (p.104).
14. Según explicación del pintor y educador de la Escuela “Lara”, profesor Eliécer Ugel al niño Raúl Azparren y demás discípulos, en una casa que estuvo situada en la carrera 21 con calle 30, esquina suroeste, se velo el cadáver del General Joaquín Crespo, Héroe del deber cumplido, como le decían, fallecido en combate el 24 de abril de 1888 en la Mata Carmelera. Desde allí fue llevado al ferrocarril en el cual se transportó su cadáver a Caracas. Antes había sido tratado el cuerpo para su conservación, en Cabudare.
15. No es anécdota, pero merece contarse.
La Orden “Ciudad de Barquisimeto” creada durante la presidencia de Raúl Azparren en el Concejo Municipal, se entregó por primera vez a tres ilustres barquisimetanos, tal como lo establecen sus reglas: al Dr. Pascual Venegas Filardo, al notable música Vinicio Adames y al también músico Cecilio Acosta Gadea. El acto de imposición se realizó con toda solemnidad en el teatro Juares, con participación de la Orquesta Mavare.
Así debería seguirse haciendo y no repartir las medallas de dicha distinción como si fueran papelillo de carnaval.
16. Por los años 20 del siglo XX se fabricaba hielo en la Planta Eléctrica y se repartía a domicilio en una carreta cubierta tirada por un burro, al precio de una locha (Bs. 0,12 ½ cts.) el kilo. “Todavía no llegaba la radio y el clima era tan agradable” que, por las noches tanto las damas como los caballeros, se abrigaban para asistir al teatro, al cine o para salir simplemente de paseo. (p.143)
17. Una vez terminada sus labores los días domingos, los pulperos de Barquisimeto, cerraban sus establecimientos y “vestidos de blusa y sombrero de pajilla pintado de color marrón, alpargatas tejidas con hilo crochet, tomaban rumbo al circo sabanero a precisar las maromas”.
No lo explica Azparren, pero tal cosa debió ser en las oportunidades, muy frecuentes por cierto, cuando la ciudad era conmovida por la visita de un circo que para dar funciones se instalaba al norte de la ciudad en la zona desocupada llamada “Sabana”. (p. 159)
18. Cuenta Azparren que uno de los fundadores del llamado Centro Social de Barquisimeto que funcionó desde el 13 de febrero de 1931 en un moderno edificio construido en el terreno de la casa donada por Bolívar en 1821 a la madre de los próceres Ramos Rumbo, situada en la carrera 19 con calle 26, ángulo suroeste, fue Francisco Agüero Rodríguez quien era dueño de 99 casas en Barquisimeto y no poseía 100 porque de hacerlo el gobierno le quitaría una. ¡Na’guará de casateniente pichirre!, dicho sea, digo, con todo respeto.
Entonces Barquisimeto tenía 25 mil habitantes.
19. En Barquisimeto existió un pequeño negocio de “Chaparros membrilleros” perteneciente a un señor llamado Nicolás Segura que se consideraba como el mejor y más brillante conocedor de la chismografía local y nacional.
20. Saca cuenta Raúl Azparren y concluye que “El Impulso”, instalado en Barquisimeto en 1919, practicó cierto nomadismo urbano, ocupando sedes en varias partes de la ciudad.
La primera, en 1919, en la antigua casa del Hotel Sucre propiedad de doña Mariana Hurtado de Perdomo al frente de la esquina noreste llamada de Romero Montes, Av. 20 con calle 26. De sus otras mudanzas léase a Raúl Azparren:
“De allí se mudó el periódico, ya crecidas las alas del emblema, más poderosos los motores del avión, a la calle Juares, hoy calle 25, entre las eventuales carreras 19 y 20, para casa de ancho portón contigua a la del Dr. Juan Jacobo Guédez… Más tarde “El Impulso” hubo de ser trasladado al edificio construido por la diáfana ambición de Don Federico a la calle del Comercio, entre calles Obispo e Iribarren, hoy Av. 20 entre calles 26 y 27. Demolida esta casa y mudado “El Impulso” en 1949 para el nuevo edificio para el que hoy se encuentra en la carrera 23, fue construido allí otro con el nombre del fundador de “El Impulso” el cual sirve de asiento actualmente a las oficinas del Banco Unión”.
Le faltó otra mudanza de la carrera 23 a su actual ubicación que Azparren no conoció.
21. Las barberías de Barquisimeto usaban para atender a su clientela poltronas “Viena” y más antes anchas sillas de madera hasta que Antonio María Veloz dueño del salón de barberías “El Brillante” situado frente al botiquín “El Chingo”, trajo por primera vez, en fecha que Azparren no precisa, sillas automáticas para su negocio; tampoco dice Azparren si Veloz subió el precio al servicio de barbería con aquel elemento modernizador del arte de Figaro.
22. ¡Ajá! ¡Es con los buhoneros de la Av. 20! La casa de tres pisos que fabricó Ignacio Ortiz y fue sede de correos y telégrafos de Barquisimeto, demolida en 1968 para iniciar la ampliación de la av. 20, la tenía el Concejo Municipal destinada para instalar allí un mercado para los buhoneros, pero … se prefirió entregar esos terrenos a ciertas empresas privadas de la comida basura y rápida.
23. En 1906, por iniciativa del presidente del Estado, Don Leopoldo Torres, se realizó la II exposición de Manualidades y Artesanías, en la cual los visitantes tuvieron la oportunidad de conocer a los enanos Lolita y Alejandro González, nativos de Arenales, y de deleitarse con la música “anónima” (¡!) larense.