Balazos y heridas ocasionadas por esquirlas de una granada sufrió Jonnatán José López Rodríguez el 25 de enero de este año en el interior de la cárcel de Uribana, quien fue salvado por los médicos del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda y con la ayuda económica de sus familiares.
Éstos ahora se encuentran sorprendidos. El 8 de febrero, la juez de ejecución Rubia Castillo, en audiencia efectuada en el propio centro hospitalario, le dictó medida de libertad condicional, pero las autoridades penales lo regresaron a Uribana y luego, en una ambulancia, lo enviaron a Coro, donde se encuentra recluido.
Su madre, Yaritza Rodríguez y sus hermanas Yolimar y Jesica López, en declaraciones suministradas a los periodistas, dijeron que a las 6 de la tarde del 25 de enero se enteraron que el prisionero, quien pagaba pena por el delito de robo y ya había cumplido cinco años de prisión, había resultado herido de consideración cuando se encontraba en la parte de la iglesia, ya que se había convertido a evangélico.
Además de los balazos tenía esquirlas cerca del corazón, abdomen y tórax. Le practicaron dos operaciones y estuvo entubado. Le dieron de alta el 2 de febrero y las autoridades carcelarias lo recluyeron en El Rodeíto, de Uribana, de donde lo sacaron a las once de la noche porque se había contaminado.
Nuevamente fue hospitalizado hasta el jueves 14 de febrero y cuando se esperaba que por razones humanitarias pudiera regresar a la casa de su progenitora, se sorprendieron que volvieran a llevarlo preso. Del caso han tenido conocimiento, desde el 25 de enero, la defensora Yoli Méndez, la juez Rubia Castillo, fiscales y alguaciles.
Tenemos toda la documentación expedida por los médicos; pero, el propio director de la cárcel, Nelson Bracca, la ha desconocido.
Dijo que por Internet había llegado la orden de trasladarlo al penal de Coro, cosa que hicieron utilizando una ambulancia, comentó Yolimar López. Jonatán está muy delicado de salud, porque sufre problemas respiratorios severos, motivo por el cual la juez le otorgó la libertad condicional con presentación cada treinta días al tribunal.
Un custodio nos dio a conocer que había visto la boleta de ex carcelación, pero Bracca dijo que no le había llegado, sino la orden enviada desde Caracas. Consideramos que esta situación es muy grave, ya que se desconoce el mandato de un tribunal.